El Papa y Ayuda a la Iglesia Necesitada lanzan una campaña para fomentar obras de caridad con refugiados y perseguidos

EUROPA PRESS 13/06/2016 19:03

La acción se llevará a cabo en cada una de las 22 oficinas de esta fundación en el mundo y concluirá en Roma el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, cuando la institución le presente al Papa los primeros resultados de la campaña. Entre los proyectos que se apoyarán durante la campaña destacan los de pastoral penitenciaria, centros de rehabilitación o ayuda a refugiados.

El primer benefactor ha sido precisamente el Pontífice con un donativo para los cristianos iraquíes que se encuentran desplazados en el Kurdistan. La donación irá destinada a la clínica de San José de Erbil, que ofrece atención médica gratuita a unos 2.800 refugiados de diferentes credos.

Además, tres de los proyectos de la campaña 'Sé la misericordia de Dios' se dirigirán a apoyar a las familias de las víctimas del atentado a dos iglesias cristianas en marzo de 2015 y a intensificar las medidas de seguridad para una de las dos iglesias atacadas y el vecino seminario mayor de San Javier en Lahore (Pakistán).

En la conferencia de prensa del próximo viernes participarán el presidente internacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el cardenal Mauro Piacenza, y el secretario general de la Fundación, Philipp Ozores. Ambos serán recibidos una hora antes en audiencia privada por el Papa.

Asimismo, el arzobispo de Lahore (Pakistán), Sebastián Francis Shaw, informará sobre cómo está reaccionando la comunidad cristiana ante el trágico atentado del pasado 27 de marzo cuando un terrorista atentó contra un grupo de cristianos que estaban en un parque público festejando la Pascua de Resurección. En el ataque murieron 76 personas, entre ellas 30 niños.

La relación entre el Papa Francisco y Ayuda a la Iglesia Necesitada se remonta a su época en Buenos Aires, cuando solicitó diversos proyectos a esta institución. En una carta por el sexagésimo aniversario de la fundación, el Papa Francisco la define como "símbolo de comunión y fraternidad con la Iglesia que sufre".