El Pontífice ha recordado la conmemoración, este domingo, del Día Mundial contra la Trata de Personas, y ha hecho un llamamiento a todo el mundo a "trabajar para que esta plaga aberrante, una forma de la esclavitud moderna, sea adecuadamente combatida".
"Hay miles de hombres y mujeres que son víctimas inocentes de la explotación laboral, sexual, y del tráfico de órganos. Parece que estemos acostumbrados a considerarlo una cosa normal --ha lamentado--. Oremos juntos a María para que sostenga a las víctimas de la trata y convierta los corazones de los traficantes".