El Papa recomienda especial atención pastoral a aquellas familias con algún progenitor emigrado por la crisis

EUROPA PRESS 11/06/2015 18:15

Así se lo ha expresado a los obispos de Letonia y de Estonia, que han concluido este jueves su visita 'ad limina' a la Santa Sede, a quienes ha encomendado la tarea de prestar atención a "un gran número de familias monoparentales que necesitan una atención pastoral especial".

"La ausencia del padre o de la madre en muchas familias comporta para el otro cónyuge un mayor esfuerzo, en todos los sentidos, para educar a los hijos. Para estas familias es realmente preciosa vuestra atención y la caridad pastoral de los sacerdotes, junto con la proximidad efectiva de las comunidades", ha indicado.

Francisco ha invitado también a los prelados a que piensen "cómo ayudar" a las personas que viven situaciones de desestructuración familiar "para que los niños no se conviertan en las primeras víctimas y los cónyuges no se sientan excluidos de la misericordia de Dios y de la solicitud de la Iglesia", según ha informado la Oficina de Prensa del Vaticano.

En este sentido, les ha instado también a interrogarse sobre la preparación al matrimonio y ha manifestado la necesidad de hallar el modo de que quienes sufren la separación o el divorcio "sean ayudados en el camino de la fe y de la educación cristiana de los hijos".

LUCHA CONTRA EL RELATIVISMO

Francisco ha expresado su voluntad de promover la familia en los países de ambos prelados, pero ha advertido de que la mentalidad de los cristianos en ocasiones también está "influida" por una mentalidad que comprende esta institución como "una forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier modo y modificarse según la sensibilidad de cada uno". Es por esta razón por la que, según ha explicado, cree necesario que los responsables de las iglesias en cada país se "interroguen" acerca de la preparación para el matrimonio cristiano.

Igualmente, ha señalado las "trampas peligrosas como el secularismo y el relativismo" a las que, según ha indicado, se debe medir la Iglesia en aquellos países cuya sociedad "ha estado oprimida durante mucho tiempo por regímenes fundados en ideologías contrarias a la dignidad y la libertad humana".

En este contexto, el Pontífice ha recordado a los prelados que "no están solos en esta renovada evangelización" y les ha animado a apoyarse en los sacerdotes, "aunque sean pocos y de diversos orígenes" y en "la presencia de los hombres y mujeres de vida consagrada".

En lo referente a los sacerdotes, ha pedido a los obispos que "cuiden su formación" en los aspectos teológicos y eclesiales, pero también "en el de la madurez humana, enraizada en una espiritualidad sólida y caracterizada por la apertura amable y capaz de discernimiento de la realidad".

Asimismo, ha puesto el acento sobre la importancia para la Iglesia de la participación de los fieles laicos en la "misión evangelizadora", y ha señalado la "responsabilidad" que, según el Concilio Vaticano II, tienen los cristianos seglares en el ámbito cultural, social y político. "Son el trámite vivo entre lo que predicamos nosotros, los pastores, y los diversos ambientes sociales", ha subrayado.

Por último, les ha exhortado a trabajar para sostener el diálogo ecuménico con las demás confesiones cristianas presentes en los dos países para preservar la paz social que, según ha explicado, "a veces es sacudida por las diferencias étnicas y lingüísticas".