A través de un telegrama, firmado por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, Francisco ha asegurado sus "oraciones por las familias de las víctimas de este acto de violencia insensata y diabólica" y ha pedido que este crimen "despierte las conciencias" y "guíe a un cambio de los corazones".
En este sentido, ha abogado porque "todas las partes" depongan las armas y permitan que "comience un camino de diálogo".
Por ello, el pontífice ha hecho un llamamiento para que todos los actores en Yemen renuncien "a la violencia" y renueven "el propio compromiso" por la gente del país, en particular, "los más necesitados" --que según ha señalado-- "las misioneras de Madre Teresa han tratado de servir".
Finalmente, el Obispo de Roma ha impartido su bendición apostólica a los que sufren a causa de la violencia y en particular a las misioneras de la Caridad.