Los acampados ante el Pazo de Meirás, situado en Sada (A Coruña), han finalizado la protesta que desde el pasado jueves 5 de agosto les había llevado a instalarse ante el inmueble propiedad de la familia Franco. Aún así, han constatado su intención de repetirla "todos los años" si lo creen necesario.
Así lo ha manifestado este domingo uno de los participantes del grupo de 25 acampados, Alejandro Seoane, quien ha precisado, en declaraciones a Europa Press, que la protesta ha discurrido "sin ningún tipo de problema, excepto por el mal tiempo" y en medio "de un clima de apoyo por parte de los vecinos de la zona".
En este sentido, ha señalado que algunos vecinos "ofrecieron sus conexiones a la corriente eléctrica" e incluso hubo quien "donó fruta y ofreció agua, entre otros productos" a los 'indignados' que instalaron su campamento en las inmediaciones del Pazo de Meirás.
Seoane ha precisado que el número de personas implicadas en esta protesta no ha sido mayor "debido a las fechas en las que se vive", cuando "muchos están de vacaciones" en sus "respectivos lugares de origen, muy dispares entre sí".
Los acampados entienden que la propiedad del edificio por parte de la familia Franco supone una "expropiación ilegal" y cuestionan que un Bien de Interés Cultural (BIC) esté cerrado en agosto para las visitas, por lo que parten con el objetivo de exigir su devolución.