Al nacer, los médicos no estaban muy seguros de cómo alimentarla, ya que no sabían si la formación de sus órganos se había completado. Durante el tiempo que E’Layah ha estado en el Hospital los médicos la han estado alimentando con concentrados de proteínas, grasas, azúcar, electrolitos y leche materna para acelerar el crecimiento de la pequeña, que nació pesando únicamente 283 gramos, según recoge ABC News.
Al poco de quedarse embarazada, la madre de E’Layah, Megan Smith supo que los siguientes meses no serían fáciles. Sufría de una alta presión sanguínea y aunque se pasó en cama el último mes de su embarazo, tuvieron que hacerle una cesárea de urgencia al no notar ningún tipo de movimiento en su vientre.