"El sábado 17 de julio entrará en la historia como un 'sábado negro': ese día en los espacios acuáticos moscovitas murieron once personas. Es otro récord trágico de este julio", dijo un portavoz médico a la agencia Interfax.
El día anterior en Moscú murieron ahogadas siete personas, el mismo número que ayer domingo.
La semana pasada en toda Rusia murieron ahogadas 274 personas, según datos del Ministerio para Situaciones de Emergencia, lo que elevó a 507 el número de ahogados en lo que va de mes.
Las autoridades aseguran que la principal causa del elevado número de muertos por inmersión es la imprudencia de las propias víctimas: ya sea porque se bañan en estado de ebriedad o en lugares en los que está prohibido bañarse.
La ola de calor que azota a Rusia se deja sentir en Moscú con temperaturas que se aproximan al récord de la máxima absoluta, de 36,5 grados centígrados, registrada en 1936, lo que hace que sus habitantes busquen refrescarse en los ríos y estanques de la ciudad.
Los pronósticos de los meteorólogo no prometen alivio a los moscovitas: aunque se prevé una tormenta, en los primeros días de la semana se esperan temperaturas máximas de entre 32 y 33 grados centígrados, que aumentarán en otros dos grados para el viernes.