Nos recibe en su ciberconsulta. Es un despacho de su casa de Alcobendas, en Madrid. Dos ordenadores, una 'webcam' y un micrófono sustituyen ahora al diván. Mientras hablamos uno de sus pacientes le pide cita.
-Esperadme un momento, por favor...
En diez segundos le da hora.
-¿Cuántas citas tienes al día?
-Depende, ahora estoy una media de 20 horas a la semana.
Su consultorio es gratuito. Él dice que es una especie de servicio social. Acuden a él pacientes con dependencia tras una ruptura amorosa y muchas amas de casa frustradas. Muy pocos por problemas derivados de la crisis económica. Explica que es una psicoterapia muy diferente a la de las consultas tradicionales, porque "la gente se abre más, te cuenta más fácilmente su intimidad oculta por una pantalla".
Uno de sus pacientes es Luis, un cocinero madrileño de 28 años. Trabaja 16 horas al día, viaja mucho y no tiene tiempo de ir a consulta. Cuando llega a casa se conecta a su ordenador y habla con Francisco. Cuenta que sus consejos le han cambiado la vida y que ha logrado superar el estrés que le ocasionaba el trabajo. "Me pone deberes, por ejemplo, me dice que piense qué hacer durante un estallido de ira. Cuando me ocurre, me acuerdo y lo pongo en práctica. Ahora me voy a la cámara frigorífica y cuento hasta cincuenta", dice entre risas. Y lo mejor de este nuevo servicio es lo fácil que resulta acceder a él. Sólo hay que tener una cuenta en Windows Live Messenger y agregar a este psiquiatra: fjyustegrijalba@telefonica.net
-¿Y qué harás si tienes un aluvión de peticiones?
-Ya veremos. Quiero convencer a varios colegas para hacer una asociación. Ya veremos...