¿Qué pudo fallar en el procedimiento de actuación?

Informativos Telecinco 06/10/2014 20:31

El procedimiento tenía como objetivo evitar el contagio de cualquiera de los miembros del equipo que formase parte en el traslado y tratamiento de García Viejo. Estos debían ser informados de urgencia de que participarían en el proceso. Para ello, se especificaron una serie de medidas para lograr este objetivo.

El personal médico

El personal médico debía llevar un equipo de protección individual (EPI) de contacto y de transmisión por gotas, que consta de una mascarilla quirurgica, guantes dobles, bata desechables impermeable de manga larga y que cubriese la ropa hasta los pies o equivalente, calzado impermeable o cobertura equivalente, gorro y mascara facial o gafas.

Además, el personal debía procurar una estricta higiene de manos antes y después del contacto con el párroco y de la retirada del EPI. Cualquier procedimiento que pudiera conllevar contacto con sangre u otros fluidos, secreciones o excreciones del paciente, o producción de aerosolos, tenía que realizarse bajo estrictas condiciones de protección.

Las muestras que se extrajeran del párroco, debían ser introducidas en bolsas de plástico selladas, correctamente etiquetadas, en un contenedor a prueba de fugas y enviadas directamente a la zona de manipulación de muestras de laboratoria. Además, estas debían limitarse a las mínimas e imprescindibles.

El paciente

Una vez llegó García Viejo al hospital, las consignas para evitar cualquier tipo de contagio estaban ya claras. El párroco debía llevar una mascarilla quirúrgica, además de tener que ser ingresado en una habitación individual, con puerta cerrada y acceso restringido a personal esencial para la atención y el cuidado del paciente. Esta zona debía ser un lugar del hospital poco transitado, y cada vez que alguien entrara en la habitación tenían que registrarse para llevar así un control.

Todos los equipos, instrumental, vajillas,etc, que fueran utilizados por García Viejo, debían ser desinfectados adecuadamente y de inmediato tras su uso, o desechar siguiendo la gestión adecuada de los residuos. Los residuos que estuvieran relaciones con el paciente, serían catalogados en el Grupo III.

Vigilancia ante el contacto

Para considerar que una persona ha tenido contacto de alto riesgo con García Viejo o cualquier enfermo de ébola, se debe de haber estado al menos de un metro sin el EPI y este estuviera tosiendo, vomitando, sangrando o que tuviera diarrea. También se incluye el contacto directo con ropas, ropa de cama, orinas o fluidos, manejar las muestras de este sin el EPI apropiado, tener algún tipo de contacto con el cadáver o sus ropas, o tener algún tipo de herido percutánea que estuviera expuesta al paciente. También existen aquellos que han tenido un contacto de bajo riesgo, como el personal que ha tenido un contacto directo con el paciente, sus fluidos corporales u otros materiales potencialmente contaminados.

En cualquiera de estos casos, se debe de llevar a cabo una vigilancia de 21 días posteriores a la última fecha de posible exposición al enfermo, en este caso a García Viejo. Se debe de tomar la temperatura 2 veces al día, y dejar registro de este, pues en caso de existir cualquier síntoma sospechoso ha de ser investigado. No se requiere restricción de movimientos o trabajo, pues no existe posibilidad de que el virus sea transmitido durante su proceso de incubación, aunque se recomendó no hacer largos viajes.