Tal y como recoge el diario Mirror, los investigadores realizaron el seguimiento de fumadores a los que le asignaron de forma aleatoria distintos tratamientos como parches de nicotina y sus distintos derivados, como los de vareclina o C-NRT. Para hacer las comprobaciones pertinentes, realizaron seis sesiones de comprobación. En la última, se dieron cuenta de que no existían diferencias notables entre los que habían usado los farmacéuticos y los que no en un plazo de 26 a 52 personas.
La única diferencia que percibieron fue que, aquellos que tomaron vareclina, tuvieron mayores efectos secundarios como insomnio, náuseas, cansancio o indigestión.