Según parece, estaría intentando curar una posible tendiditis en el tendón de Aquiles que comenzó a molestarle durante la cena del 30ª aniversario de la Copa del Rey.
Pese a su mala pata, Don Juan Carlos posó junto a su esposa, Doña Sofía, sus tres hijos, Elena, Cristina y Felipe, y sus hijos políticos, Iñaki Urdangarín y Letizia Ortiz.
Una estampa algo fría para lo que estamos acostumbrados, pero que no alarma, ya que sus rostros mostraban que la cordialidad y la naturalidad afloraba en la recepción.
La cena de gala se celebra tradicionalmente a finales de agosto para poner fin a sus vacaciones, pero este año la Familia Real ha tenido que adelantar la cita porque todos recibirán al Papa Benedicto XVI el próximo 18 de agosto en Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud.
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