En un país donde se pueden hacer prácticas de tiro desde los 8 años, tampoco resulta del todo raro ver esto: Niñas de 6 años posando junto a la casita de muñecas con sus rifles rosas, algunos incluso con mira telescópica. En azul para chicos se vende como "mi primer rifle" y muy bien, a juzgar por las 60.000 armas infantiles que la empresa fabrica al año. Es ideal, dice la compañía, para niños de entre 4 y 10 años. Los pequeños aseguran que espantan sus miedos: tiburones, dinosaurios o zombies... y los padres, entusiasmados, porque enseñan a sus pequeños a utilizar armas de forma responsable. Pero son eso, armas, no juguetes. Disparan balas de calibre 22 y pueden hacer un solo disparo, sí, pero suficiente para que un niño de 5 mate a su hermana de 2.La tragedia ocurrió hace dos años, en Kentucky. Y, desde luego, no ha servido de aprendizaje.