El seguimiento por GPS del buitre negro ofrece valiosos datos de la especie

AGENCIA EFE 07/06/2009 09:48

Conocer la conducta del buitre negro desde que abandona el nido tras su nacimiento hasta su edad adulta es el objetivo de esta innovadora iniciativa, que hace tres años decidieron iniciar los responsables de la conservación del Parque Nacional de Cabañeros, en la provincia de Ciudad Real.

Transcurrido este tiempo, los resultados del proyecto arrojan datos optimistas.

El director del Parque Nacional de Cabañeros, Manuel Carrasco, explicó hoy a EFE que durante estos años, los buitres negros han llevado sobre sus espaldas unos equipos radiotransmisores que han dejado constancia de sus viajes de allá para acá.

En 2006 se seleccionaron nueve ejemplares de buitre que acababan de nacer y otros dos ejemplares adultos, a los que se les instaló de forma cuidadosa y sin causar ningún tipo de daños un inocuo trasmisor que empezaría a facilitar datos con una gran exactitud sobre la posición del ave en cualquier lugar de España, Portugal o Francia.

Los emisores se ha encargado, en este tiempo, de mandar datos sobre su situación a una red de satélites que los recibía y procesaba para que los responsables del programa pudieran tratarlos y estudiarlos.

El resultado del estudio ha permitido abundar en el conocimiento del comportamiento, especialmente de los jóvenes ejemplares de buitre negro.

Estos datos han ayudado a conocer mejor la tendencia dispersiva que siguen los jóvenes ejemplares en sus distintas etapas de crecimiento, así como las causas de mortalidad.

Los datos obtenidos son "significativos", ha explicado Manuel Carrasco, y, sin lugar a duda, tendrán una repercusión directa sobre los trabajos de conservación del buitre negro no sólo en el Parque Nacional de Cabañeros, sino, también en otras comunidades autónomas y en otros países que se encuentran trabajando con esta especie.

Carrasco ha comentado que los buitres negros que han portado los radiotransmisores han permitido saber que en el período de dispersión, el buitre negro llega a recorrer casi todo occidente de la península ibérica, desde el Algarve portugués hasta La Rioja, e, incluso, atravesar Los Pirineos para visitar Las Landas francesas.

Los buitres se han movido de un lado a otro con relativa frecuencia, alejándose del lugar donde nacieron, donde tras los primeros años, han vuelto en un gran número.

A día de hoy, de todos los ejemplares marcados sólo quedan siete ejemplares de los que se recibe señal, pues, "hay que tener en cuenta que la vida útil del radiotransmisor es ilimitada y, además, que cuando se les instaló el equipo los técnicos que lo hicieron, tuvieron en cuenta que con el crecimiento del ave, el arnés al que iba sujeto el equipo, pudiera acabar desprendiéndose para no causarle daño".

En concreto, al día de hoy se recibe señales de buitres que se encuentran por la zona de Arroba de los Montes, Almodóvar del Campo, Retuerta del Bullaque, tres en el interior del Parque Nacional -uno de ellos lo hace de forma discontinua- y otro en el municipio de Almonacid en Toledo.

Según Manuel Carrasco, creemos que estas ubicaciones son normales, pues los buitres negros se van acercando a la colonia de cría donde harán intentos de formar parejas, aunque, todavía son jóvenes y esperaran un año más para emparejarse y empezar a criar".

No obstante, señaló que será la próxima temporada de cría el momento en que por fin se sepa, si como se cree, los buitres negros ya subadultos acuden a su lugar de nacimiento (filopatria) o sirven de colonizadores o reforzadores de otras colonias peninsulares.

El director del Parque Nacional recordó que con este tipo de tecnología se viene trabajando con éxito desde el año 2003 en la península Ibérica con distintas especies como la cigüeña negra (Ciconia nigra), el águila real (Aquila chrysaetos), el águila perdicera (Hieraaetus fasciatus) o el águila imperial (Aquila adalberti).

El buitre negro es una de las rapaces más grandes de mundo con una envergadura alar que puede llegar a los tres metros en algunos ejemplares.

Su distribución actual se encuentra en el cuadrante sudoccidental de la península, llegando hasta la provincia de Ávila y también en Mallorca.

Uno de los lugares más importantes de cría en Europa se encuentra en el Parque Nacional de Cabañeros y su área de influencia cuenta en la actualidad con una población de 210 parejas reproductoras.