El hombre tiroteado por la Guardia Civil padecía un trastorno bipolar

INFORMATIVOS TELECINCO 16/06/2009 12:47

Ricardo Hernández murió la madrugada del lunes tras recibir en Villamanta un disparo de un guardia civil que, según informó el instituto armado, vio cómo intentaba atropellar a su compañero tras una huida que había comenzado en Ávila y en la que había herido a dos agentes.

José Pedro Hernández, hermano mayor de la víctima, que la actuación de la Guardia Civil fue "desproporcionada" ante una persona "enferma y desarmada". La familia ya se ha puesto en contacto con un abogado para emprender las acciones legales oportunas. Ha relatado que su hermano Ricardo sufría desde los 18 años un trastorno bipolar -una enfermedad mental que conlleva etapas de depresión y de euforia- que le provocaba crisis, aunque nunca había dejado de ir al médico ni de tomar su medicación.

Durante esas crisis se había enfrentado en alguna ocasión a la Guardia Civil y a la Policía, cuyos miembros le habían detenido y "le habían pegado palizas", a pesar de que el enfermo "no era agresivo realmente", ha asegurado José Pedro.

Sin antecedentes

Además, ha precisado que Ricardo no tenía "ningún antecedente penal", ya que siempre quedaba en libertad, excepto en una ocasión que estuvo en la cárcel dos meses acusado "de un delito que luego se demostró que no había cometido".

Por las palizas que, según la familia, había recibido, Ricardo tenía "miedo a las represalias" y el esta vez, al sentirse acorralado, se enfrentó a los agentes pero "sin pistola ni ningún arma".

El hermano de la víctima ha explicado que, cuando la familia notaba que Ricardo sufría una crisis, le buscaba para llevarle a casa, llamaba a los servicios sanitarios e incluso iba al cuartel de la Guardia Civil para comunicar que "podría hacer algo", pero les decían "que no podían hacer nada".

Cuando Ricardo tenía 18 años sufrió la primera crisis y sus familiares le llevaron a un servicio de urgencias de Pinto, donde le atendieron y le dieron el alta, y dos días después "la Policía Nacional le dio una paliza, acusándole de robar un coche, cuando Ricardo sólo quería llamar la atención".

Su hermano mayor ha incidido en que en el cuartel de la Guardia Civil de Pinto los agentes tienen los informes que detallan la enfermedad que sufre Ricardo, por lo que "con una única llamada a ese cuartel o a la familia hubieran sabido que era un enfermo".

Ha afirmado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "no están preparadas para enfrentarse a estos enfermos" y "el sistema falla".

Sin ayudas

"Era una muy buena persona, probablemente la mejor, con el carácter de un niño, que tenía una hija a la que quería y que nunca hacía daño a la familia, que le cuidaba", ha añadido, y ha criticado que esta familia, como otras con enfermos mentales a su cargo, "está desprotegida" y tenía que cuidar a Ricardo "sin ayuda de nadie".

José Pedro ha relatado que Ricardo vivía con su madre en Madrid y en Cadalso de los Vidrios, dependiendo de la temporada, y ella y sus cinco hermanos estaban pendientes de él y mediaban cuando tenía una crisis.

La familia tramitaba actualmente que le concediesen una pensión por su enfermedad, ya que no podía trabajar.

Los familiares de Ricardo prevén enterrarle en Cadalso de los Vidrios cuando finalice la autopsia.

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