Jessica Gall Myrick, una investigadora de la Universidad de Indiana, encuestó a cerca de 7.000 personas sobre sus hábitos a la hora de visualizar vídeos de gatos y cómo afectaban a su estado de ánimo, según The Mirror.
"Todos hemos visto un vídeo de gatos en Internet, pero hay realmente poco trabajo empírico sobre por qué tantos de nosotros hacemos esto o qué efectos puede tener sobre nosotros", explica Myrick. Reconoce que algunas personas no piensan que el asunto sea digno de una investigación académica.
"El hecho es que es uno de los usos más populares de Internet. Si queremos entender mejor los efectos que Internet puede tener en nosotros como individuos y sociedad, los investigadores no pueden ignorar los gatos de Internet", apunta.
En 2014 había más de 2 millones de vídeos de gatos anunciados en YouTube con casi 26 millones de visitas.
Myrick se dispuso averiguar si ver vídeos de gatos podría tener el mismo efecto que las terapias con animales. Los participantes en el estudio dijeron sentirse más energéticos, positivos y tener menos emociones negativas.
"Incluso si ellos están viendo los vídeos para posponer cosas o cuando deberían de estar trabajando, el pago de compensación emocional puede realmente ayudar a que las personas asuman tareas difíciles después", considera Myrick.
Agrega que en el futuro los vídeos de gatos podrían ser utilizados como una forma de terapia con animales de bajo coste.