"Lo sentimos pero no podemos hacer nada", aseguraba J.J. Santos mientras comentaba uno de los partidos. Es algo que sufren todos, sin excepción. Futbolistas, entrenadores... El propio LLorente reconocía que era "un poco insoportable, pero al final creo que te acostumbras". Por su parte, Arbeloa aseguraba que "nosotros nos tenemos que dedicar a jugar al fútbol, y si es con trompetas, pues con trompetas".
En el terreno de juego es algo infernal. Testigos de ello, nuestros compañeros de Informativos Telecinco. "Tenemos unas 200 trompetas y el sonido puede ser bastante molesto", reconocía Sara Carbonero. Al final, puede convertirse en la Copa Confederaciones más ruidosa de la historia.
No paran de danzar de un lado a otro, poco importa lo que ocurre en el césped, algo que pudede resultar agotador para los más pequeños. También se hacen notar y mucho por su indumentaria con unos cascos demasiado grandes. Pero tienen una función, proteger su cabeza del lanzamiento de objetos.