La exposición, que se puede visitar desde este jueves, invita a los visitantes a navegar por aventuras marítimas que abordan cuestiones universales como el descubrimiento del mundo, el mar como espacio de ocio, la vida a bordo de un transatlántico, el mar como escenario de conflictos, la carga y su manipulación, la piratería y el cambio tecnológico.
Con un recorrido de 800 metros cuadrados, la exposición contará con modelos históricos como la nave Santa María de la Victoria, de una balandra del siglo XX, de los vapores Royal Edward y City of Paris y de un naviero de 80 cañones, entre otros ejemplares.
Tras cerrar el recorrido permanente por obras, "los maestros reclamaban ver más barcos", ha señalado la comisario que ha explicado que con esta muestra temporal de larga duración satisfarán esta demanda.
La exposición se articula en siete ámbitos y cuenta con contenedores marítimos para explicar las historias, si bien una de sus particularidades se centra en los interactivos y museografía que evoca sonidos y olores.
INTERACTIVOS
La muestra recoge los sonidos del mar y de los cañones, así como también cuenta con espacios donde se hace presente el olor a mar, la paella, la crema solar y la pólvora.
Los interactivos para niños en la zona de los piratas contribuye a hacer comprensibles temas como el por qué de la vestimenta de los piratas y su típico parche en el ojo, debido a la quemazón sufrida como consecuencia de mirar al sol para buscar la mejor posición en el mar.
Entre los montajes audiovisuales proyectados en cada uno de los ámbitos temáticos destacan los testimonios de personajes como una estibadora, un oficial de un buque, una bañista barcelonesa de los años 30, un capitán de barco de 1890, el hijo de un cartógrafo de 1.300 y un cocinero transatlántico.