"Hemos perdido a un jugador de clase mundial y estoy muy triste por ello aunque tratamos de retenerlo", confesó el preparador francés, que no esconde que quería que Cesc siguiera en la disciplina del Arsenal.
Wenger, al que el centrocampista catalán definió como un "segundo padre" este lunes, entiende la decisión de Cesc. "Al final tuvimos que respetar el deseo del jugador. Este club cumple 125 años esta temporada y muchos grandes futbolistas han dejado el club y el club ha seguido adelante. Por eso queremos mostrar que tenemos la fuerza y la unidad para luchar como siempre", avisó.
"Vuelve a Barcelona, se educó allí. Va a un club que tiene el mejor equipo del mundo en este momento. Así que desde ese punto de vista, también podemos entender que no tiene nada que ver con el dinero, es un asunto del corazón", reiteró.