Claros, oscuros y medianos

EL METRÓNOMO 29/04/2008 22:08

Grupos en la academia

Anoche trabajaban todos, a petición de Leslie Feliciano, una coreografía que debían crear ellos mismos. Habían formado tres grupos, en el primero estaban Iván, Sandra, Anabel, Pablo y Noelia; en el segundo Virginia, Reke, las dos Tanias y Paula; quedando en el tercero Chipper, Mimi, Esther, Rubén y Manu. No ensayaban todos porque iban llegando del plató, con lo cual se incorporaban poco a poco. El primer grupo terminó rápidamente su parte, pasando a hacer otras cosas en seguida, en ese momento el segundo grupo aún no tenía claro que habrían de hacer y en el restante no paraban de intentar armar unos pasos mínimamente coherentes, con el liderazgo del americano y la rémora de una Esther incapaz de entender que mientras los chicos se movían de izquierda a derecha ellas debían hacerlo en el sentido contrario. El esfuerzo y tiempo empleado era muy distinto en unos y otros. 1

Siguiendo cierta clasificación astrológica cada signo zodiacal tiene tres tipos de grados. A saber: brillantes, oscuros y medianos. Podría tratarse de una paráfrasis de la propia vida, donde hay aconteceres o personas claras, otras oscuras, y una gran masa en la más pura medianía. De acuerdo con esta clasificación, el grupo comandado por Iván y Sandra sería el de los brillantes, el de Virginia y las Tanias el de los oscuros y los demás no pasarían de medianos. Claro, que esto sería atendiendo a su capacidad para crear y ejecutar unos pases de baile que supuestamente les servirán para mejorar su presencia escénica, algo tan innato como complicado de adquirir en academia alguna, por muy buena que esta sea. Otra cosa es cantar bien y ser artista. Además, en la organización de los grupos Chipper tuvo mala suerte, aunque de no ser por él estaríamos ante un enorme grupo de oscuros, en contradicción con la teoría de que los medianos son siempre mayoría.

Ensayos

Por la mañana vivimos el ensayo de las coreografías con el cuerpo de baile y a las órdenes de Myriam Benedited. Es interesante ver el diferente papel que en la presente edición está adoptando el director de la academia, al que se le ve ahora casi omnipresente, como comenté otro día. Esto hace que recordemos la crítica que Evaristo, el más temido de los jueces, hizo el año pasado a Kike Santander, al que apenas se le veía en la academia y había aparecido la noche de una gala, casualmente coincidiendo con el último martes del mes. El juez se mostró sorprendido por la presencia de Santander, lo cual expresó con estas palabras: "Hoy ha vuelto a aparecer el director de la academia, al que creíamos desaparecido, coincidiendo curiosamente con el final de mes, posiblemente para poder recoger su paga..." La crítica implacable de Mejide da a veces en el clavo, quizá como en esa fábula del asno que hizo sonar la flauta por pura casualidad. La relatada fue una de las ocasiones en que a muchos nos pudo parecer una crítica tan acerada como acertada, si se me permite el juego de palabras. Llácer es el polo opuesto al anterior director, ya que sigue desde cerca todo lo que hacen sus alumnos, hasta el punto de que nunca antes se había visto un director presente en el ensayo de coreografía. 2

En este ensayo con los bailarines y bailarinas tuvieron que repetir su número Virginia y Rubén, ya que les fallaba la actitud al no mostrar entusiasmo alguno, todo lo contrario que el cuerpo de baile que les acompañaba. En la segunda oportunidad lo intentaron, aunque casi hubiera sido mejor que no lo hicieran, ya que de firmar una actuación así esta noche quedarán los dos muy 'Superpop', como definió Llácer a Rubén durante el pase de micros del domingo. Virginia parece mucho más madura que su compañero de dúo esta semana, por lo cual resulta aún más extraño verla poner cara de exultante felicidad. Si la vemos con esa expresión de anuncio de pasta dentífrica, sonriendo hasta la extenuación, y acto seguido la pillamos en uno de esos momentos en que se la escucha hablar en la soledad de un box, terminaremos por cambiar el apelativo de 'la novia cadáver' (invento del jurado en la gala cero) por el de otro personaje de película de terror que es preferible no hagamos el ejercicio de imaginar.

La gala de esta noche la abrirá Esther, y como dice Serrat en una genial canción "de ahí en adelante solo cabe ir mejorando". La progresión de los concursantes durante esta semana, junto con un repertorio cuidadosamente elegido para adaptarse a las condiciones de cada uno de ellos, puede traernos la mejora esperada, dentro del proyecto de superación marcado por el plantel de profesores. Estos expresan (en un relativo 'petit comité') su confianza en el dúo de Chipper con Reke, el de Pablo con Anabel, el de Tania S. con Manu y el de Iván con Sandra. 3

Sandra está sobrevalorada, según decía el profesor Manu Guix el otro día, ya que ella canta como una diva en la convicción de que lo es y aún le queda mucho para salir de la mediocridad, aunque bien mirado tiene un camino muy importante recorrido que ya quisieran haber hecho otras como una Paula que no termina de creer en sus posibilidades.

Habrá que esperar a esta noche para ver en que acaba todo. La gala tres suele ser vital para empezar a vislumbrar estrellas. Espero que se cumpla la tradición y podamos disfrutarlo como no lo hemos podido hacer hasta ahora, siempre y cuando la acústica del plató lo permita y los técnicos de sonido lo faciliten. A ver si es posible que, como dice la canción de Paula, nos lleven a la luna un ratito. No pedimos tanto. O quizá sí.

Aún así, las dos nominadas es posible que tengan una actuación pasable y cabe esperar el fracaso del trío que formarán Mimi, Tania G. y Noelia, muy a pesar de esta última. Finalmente, la duda razonable pesa sobre Virginia y Rubén, ya que aquella se muestra irregular y con él no hay nada que hacer, salvo promocionarlo en la mencionada revista para adolescentes.