08:30 a.m. suena el despertador en la Academia. Cada martes y viernes, a las 9:00 de la mañana comienza la temida sesión de fitness con Néstor Serra. Caras de sueño y algunas quejas porque a las cuatro de la mañana alguien encendió todas las luces de la Academia.
Para Paula, es su primera clase con este temido profesor que sólo perdonará que quede rezagada durante la primera sesión. El primer susto de la mañana no se hace esperar ya que el entrenador tiene normas estrictas: cada uno ha de tener su botella de agua y recogerla al término de la clase. Sin embargo, algún olvidadizo concursante olvidó la suya en la sala y, para evitar que se repita, Néstor ha ideado una sensión un tanto más dura.
"¡Mis clases no son divertidas!" grita Néstor para 'animar' a sus alumnos, pero lo que éstos no saben es que, aunque hablen en voz baja los micrófonos les delatan, la Academia no tiene secretos y desvela cada una de las críticas al profesor. "¿Os gusta el espejo?, entonces, ¿por qué os acercáis?" Todo son órdenes que los alumnos, tras cinco minutos de duro entrenamiento, no dudan en seguir a rajatablar.
45 minutos de intenso deporte: subir y bajar escaleras, ejercicios en esterillas, flexiones... Todo tipo de movimientos ininterrumpidos se suceden, Ros sigue intentándolo, Esther aún no domina la coordinación brazos - piernas, Paula no puede seguir el ritmo. Parece que pocos han practicado de forma seria el deporte antes de su entrada en la Academia, según observamos, tan sólo Iván y Mimi pudieron seguir el ritmo.