Todos contentos
El visionado de la gala fue ayer un mero trámite, previo a un chapuzón en el jacuzzi que anima estos días la terraza de esta academia. Tanto es así que algunos, como Chipper y Pablo, asistieron equipados ya con sus bañadores, y el propio director de la academia les preguntaba si les sobraba un bañador para dejárselo a él, dado que le apetecía meterse con ellos en el jacuzzi.
El caso es que todos estuvieron contentos con sus actuaciones del pasado martes. Prueba de ello es que la única pega puesta por Pablo fue relativa a su vestuario, que si bien le parecía bien en principio, le hizo verse gordo. Es más de lo que este músico presumido puede soportar, y lo cierto es que le hicieron enfundarse en un pantalón con alguna talla menos de la que le corresponde. Pablo contó además un truquito para transmitir emoción y concentrarse durante su interpretación de 'Ojos verdes', consistente en mirar fijamente a un potente foco que le cegó durante un buen rato. Esto también le ayudó a corregir su actitud postural (Coco Comín dixit).
Viendo la actuación de Virginia tuvieron la oportunidad de reírse con el momento, varias veces repetido, en que esta concursante tuvo la duda de si sujetar su vestido o acercar el micro a su boca, coincidiendo con que tenía que levantarse de la escalerilla donde se había sentado un momento antes. Una mano la utilizaba de apoyo, y solo tenía la otra para las dos labores comentadas. Fijándose en las imágenes se aprecia perfectamente su dubitación.
Comentando este gracioso tropiezo, Virginia se levantó de su asiento, una de esas butacas como de sala de cine cuyo asiento se pliega sobre el respaldo cuando te levantas, y al ir a sentarse de nuevo dio con sus huesos en el suelo. Tanto Chipper como Llàcer tuvieron la oportunidad de observar de cerca la zona de la parte baja de su espalda enrojecida por el golpe, que fue asumido por Virginia con sentido del humor.
La gala catorce
La próxima será la gala en que volverán los duetos, pero sobre todo será en la que se cumplirá el deseo de muchos: ver a Chipper y Virginia juntos sobre el escenario de Operación Triunfo. Pero vayamos por partes, que dijera Jack el destripador. Los cuatro concursantes que quedan tendrán que interpretar por separado las siguientes canciones. Chipper cantará el 'Over the rainbow' que hiciera popular Judy Garland en la película 'El mago de Oz', dirigida por su marido Vicent Minnelli, aunque en este caso se trata de la versión que hiciera Sam Harris en los ochenta.
Se equivocó Pablo cuando una vez dicho el título del tema de 'El mago de Oz' tenía claro que iba a ser para Virginia Maestro. Este concursante, precisamente, habrá de desmelenarse para interpretar 'Don't stop me now' del grupo británico Queen. Está claro que Vale Music ha debido decidir grabarle a Manu un disco dedicado a los baladistas italianos, razón por la cual una semana más le han elegido un tema de ese mismo palo, en este caso de Nek y con el título de 'La vida es'. Por último, para Virginia han reservado 'Old town', un tema de la soporífera banda irlandesa The Coors.
Hasta aquí todo perfecto, pero lo más peliagudo viene cuando Noemí Galera les comunica que además del tema individual tendrán que hacer dos duetos. Pablo y Manu cantarán juntos 'No estamos solos', tema incluido en un recopilatorio de Eros Ramazzotti, para el que contó con la colaboración de Ricky Martin. No, no es del último álbum de Ricky Martin, como empezó diciendo Galera antes de darse cuenta de que no estaba nada segura de ello, lo cual provocó un ataque de risa entre ella y Llàcer. Por otra parte, no hace falta ni que me lo digan, Manu interpretará la parte correspondiente al cantante italiano. Increíble, realmente.
Y el otro dúo, el esperado encuentro entre Virginia y Chipper, se trata nada más y nada menos que del tema 'Fever' ('Fiebre', en la versión que hizo en castellano Miguel Ríos para el álbum que grabó con una 'big band'). Será una extraña y muy particular versión, ya que Virginia cantará en inglés y Chipper en castellano. Además harán musicalmente arreglos de 'big band', como en la versión de Ríos, pero con el ritmo del tema original. Este es un gran 'standard' que han interpretado desde Peggy Lee hasta Madonna, y unirá a su atractivo la expectación de ver a estos dos concursantes cantando juntos.
Baile explosivo de Virginia con Chipper
Pero ni la canción, ni lo esperado del dúo, ni el hecho de que Chipper contase sin ambages todo lo que pensaba de Virginia en una sesión psicológica reciente, ni nada de nada, se podrá sobreponer a la espectacularidad del baile que Myriam Benedited le tiene preparado a estos dos. Va a ser la bomba, ya lo digo yo. No sé si será exagerado, pero me atrevo a decir que tras pasar la prueba de este baile solamente pueden pasar dos cosas: que Virginia se vea catapultada al más espectacular de los éxitos, o que vea conducir su paso final por el concurso al más sonoro y estrepitoso de los fracasos.
Yo me inclino a pensar que pasará esto último. No veo a Virginia capaz de realizar esa coreografía sensual donde las haya, en la que la química con su pareja artística es fundamental. Si a Chipper le ha censurado el director de la academia varias veces su escasa sensualidad, en el caso de Virginia no es solamente esto, sino que ha demostrado su nula aptitud para reproducir una coreografía y su incapacidad para memorizarla.
Sé que empezarán a surgir las críticas a Myriam por esta coreografía, pero lo cierto es que todos los concursantes han de ser iguales, y no veo razón alguna por la que unos hayan tenido que preparase una dura coreografía y Virginia tenga que ir siempre por libre en esto. Si Manu hizo de Michael Jackson, Pablo casi se cae aupado encima de los hombros de dos bailarines, Sandra no ha parado de bailar, lo mismo que Noelia o el propio Chipper, por poner unos cuantos ejemplos, es justo que también pase una prueba de este tipo esta concursante. Porque, querido Àngel Llàcer, la justicia puede no existir en el arte, pero sí en un concurso televisivo.