Sandra es astur-cordobesa
Los lunes vienen los bailarines y bailarinas a la academia, y no sucede mucho más. A la hora de comer los concursantes van desfilando hacia plató para el ensayo del día anterior a la gala, e igualmente van volviendo poco a poco a la hora de la cena. Ambas citas en el comedor se producen con la presencia parcial de ellos, ya que se van marchando o incorporando gradualmente. Es el gran día de los ensayos, primero en la academia con Miriam y los bailarines, después en el plató.
En la comida de ayer pudimos ver a Sandra y Reke compartiendo una relajada charla en la que los dos hablaban de sus orígenes. Reke comentaba que tiene un piso enorme en Cartagena, tan grande que cabrían todos los alumnos. De echo le gustaría invitarles a todos una semanita cuando haya terminado el programa, aunque él y yo sabemos que eso será bastante complicado, a poco que se les de bien la cosa y empiecen a replantearse sus vidas, algo que tienen ya muy presente tras casi cincuenta días de encierro.
Sandra le contó a Reke que nació en Córdoba pero vivió los primeros años de su vida en Asturias. Es una enamorada de esa tierra del norte, a la que vuelve siempre que puede. Se siente asturiana y no paró de hablar de sus primeros años y la especial relación que tiene con sus dos patrias, al norte y sur de nuestro país. Una enfermedad aconsejó a sus padres que la regresasen al sur, ya que necesitaba un clima más cálido y seco, razón por la cual terminó viviendo en la tierra de la famosa mezquita. Me gustó ver esa conversación en la que ambos hablaban con admiración y respeto de aquellos lugares que les vieron nacer y crecer.
Reke lleva unos días triste, convencido como está de que será el expulsado de hoy. La lesión que le impide caminar sin muletas ha debido influir en su estado de ánimo, además de saberse nominado junto a una Virginia que ha sido nombrada favorita en varias ocasiones. El sábado ambos tenían un momento de debilidad mientras ensayaban el precioso 'Allelujah' de Cohen. A Reke se le empañaba la vista y Virginia empezó mimándole con esmero para acabar llorando también. Está claro que para animar a un nominado el más indicado no ha de ser el otro nominado.
CSI OT
Necesitamos en esta academia un comando investigador especializado en desaparición misteriosa de objetos. Hasta ahora habían sido minucias, pequeñas muestras sin valor de objetos desaparecidos, como la goma del pelo que Virginia prestó a Noelia y que esta aseguraba haber dejado a disposición de su dueña en el cuarto de baño, aunque aquella nunca la volvió a ver. Pero estamos hablando ya de algo un poco más grave.
Resulta que Chipper ha perdido su cámara de fotos, lo cual merece un CSI en condiciones. Lo ha contado en su blog, en el que se ha decidido a escribir tras tantos días, es de suponer que esperando poder juntar unas cuantas palabras en castellano, tras el intensivo curso que le están facilitando entre todos. Chipper tiene claro que la ha perdido en la academia, y así lo dice, lo cual pone mucho más interés a la investigación. Una cosa es que la hubiera llevado a una gala y en el trasiego la hubiera extraviado, y otra muy distinta perderla aquí dentro, lo cual parece bastante inexplicable.
Stanley Miller Cooke III (nombre real del concursante americano) tiene su propia teoría sobre la desaparición de su cámara digital, si bien lejos de arrojar luz sobre el caso no deja de introducir confusión y desconcierto. Y es que en su primer escrito este alumno dice que: "¡Yo creo que tenemos RATONES!" No sé, no sé, pero diría que quiere decir rateros. Tampoco se lo están poniendo fácil para familiarizarse con nuestra lengua, enseñándole cosas tan poco útiles como eso de "Te quiero mucho, como la trucha al trucho", que tanto le cuesta pronunciar, o lo que ayer decía durante el desayuno: "Que cómo me la maravillaría yo". A mí sí que me maravillan muchas cosas, entro otras que le hayan podido 'maravillar' la cámara a este concursante.
Protocolo y educación
Ayer se quedó sin comentar la visita de la experta en protocolo, Bárbara de Senillosa, como se decía en la prensa tradicional "por exceso de material". Lo recupero ahora porque hay alguna cosa llamativa que comentar. Bárbara es hija de Antonio de Senillosa, singular político de la transición, y lo sabe todo sobre protocolo pero poco de educación. El comedor de la academia se abre para dejar sentar a su mesa a alguien que viene supuestamente a enseñar modales a los alumnos, algo que hace de muy malas maneras. ¿Quién invita a su mesa a alguien para que le trate con desprecio? ¿Quién acepta tal invitación?.
A Senillosa le pierden las formas , a pesar de que ella haya hecho de ellas su forma de vida. La manera cómo se dirige a los alumnos parece más apropiada para niños de primaria que para las personas que se sentaban a esa mesa. No pongo en duda lo correcto de sus enseñanzas pero sí el tono inapropiado que utiliza de forma continua, además de su desapego a la realidad, ya que habría de ser consciente de que no se trata de formar a embajadores sino a jóvenes artistas. Comerá cada viernes en la academia, una idea que no parece entusiasmarles mucho.
El otro reto
El artista invitado en la gala siete es David Bustamante, con el que cantarán un 'meddley' de canciones. Hubiera sido interesante ver a 'Busta' en su época ante un jurado como Evaristo (ya saben, el de los Mejide). No sé si hubiera aguantado la tensión el bueno de David, aunque a la fuerza ahorcan. Hoy este miembro del jurado tiene la pelota en su tejado, tras el desaguisado por él protagonizado el martes pasado. Las gruesas acusaciones de 'bullying' en la academia, o el trato machista que le dispensó a Esther, reclamarían una disculpa por su parte, de igual forma que otras veces se ha hecho con un/una concursante. Es por esto que el jurado tiene hoy también su propio reto. El Metrónomo invita amablemente al personaje Risto Mejide a que se quite esa pátina reaccionaria e intolerante que tan poco le conviene. Es sencillo, basta con disculparse con una señorita a la que se dirigió en un tono más propio de una reunión de machitos en una taberna del submundo que en un canal de televisión ante una audiencia masiva de adolescentes. Basta con que reconozca que no debió tratarla de forma diferente por ser joven, bella y, sobre todo, mujer. También sería suficiente con que retirase la afirmación de que en la academia se está cometiendo de forma continuada un delito tan grave como el mencionado. Tan solo bastaría con que dijera que se equivocó, que se le calentó la boca y exageró. Si lo hace se habrá ganado el respeto perdido, en caso contrario deberían llevar a cabo el plante del que hablaron los concursantes con su director. Que alguien le ayude a quedar bien por una vez, por favor.