Para la masa,
525 g de harina panificable (o la del súper)
340-350 g de agua
25 g de aceite de oliva
11 g de sal
5 g de levadura fresca (1,5 g de la seca, media cucharada de postre)
Para el acompañamiento,
6 ó 7 cucharadas de tomate picado y escurrido (o salsa muy concentrada)
150 – 200 g de queso
Aceitunas, alcaparras, anchoas, etc.
Albahaca u orégano para condimentar a gusto
Uno, dos o tres días antes de la cocción de la pizza, se mezclan los ingredientes de la masa en un bol hasta que quede una masa homogénea y pegajosa.
Se deja reposar 15 minutos con el bol tapado.
Se pliega la masa sobre sí misma, como si fuera un tríptico.
Se esperan 15 minutos y se divide la masa en tres bolas iguales (de unos 300 g). Se meten a la nevera las bolas de masa cada una en un tazón untado de aceite y tapado con film (o en una bolsa de plástico).
El día de la cocción, se enciende el horno y se sacan las bolas de masa: se estiran con ayuda de harina, se colocan los ingredientes deseados y se cuece con el horno a tope (250-275ºc), primero en la suela del horno y luego bajo el grill (unos 2 ó 3 minutos en cada lugar).