La alta costura se enfrenta también a la crisis

Rubén Visier Ojeda 01/08/2012 21:29

Chema Rodríguez afirma que Vittorio y Lucchino no pueden hacer frente a sus deudas. El 'Faro de Vigo' explica que los salarios de los trabajadores de Adolfo Domínguez han sido reducidos al mínimo y que la empresa se enfrenta a dos años de pérdidas. 'El País' publica que David Delfín y Amaya Arzuaga se han visto obligados a cerrar algunas de sus tiendas en Madrid. Asimismo, 'Cinco días' relata como Elio Berhanyer Ibérica se ha declarado en concurso de acreedores. Sin embargo, quizás la historia más dramática es la del diseñador Pedro del Hierro que, tras vender su marca a Cortefiel, cayó en la ruina.

Es evidente que la alta costura española no pasa por su mejor momento y, por ello, los entrevistados en el reportaje dan ideas para superar el bache en el que se encuentra esta industria: bajar los precios de los diseños, apostar por la exportación de los mismos para no basar la facturación en los ingresos nacionales y, definitivamente, apoyar más al sector, bien sea con subvenciones o por parte de las estrellas nacionales que en raras ocasiones visten prendas españolas.

En el otro lado están las modelos, que se mueven en un mundo en el que la máxima delgadez está a la orden del día. La profesión tampoco ofrece demasiadas garantías de futuro y las modelos se ven avocadas a dejar las pasarelas en el ecuador de sus vidas. Para sobreponerse a estos límites, Cristina Rodríguez, diseñadora de vestuario de cine, propone regular las normas por las que se rigen las profesionales de este campo.