Lydia Lozano tenía una noticia: Tengo la denuncia interpuesta por el vecino traidor a Belén Esteban y la ha puesto por amenazas y coacción. La co-presentadora no entendía cómo era posible que hubiera llegado a sus manos si ella, que era la demandada, aun no la había recibido y se empeñaba en comprobar si la querella estaba sellada. No está sellada, así que me voy a ir a una comisaría a poner una demanda al abogado del vecino traidor por falsas denuncias, afirmaba Belén. ¡Son una panda de mierdas!, gritaba la co-presentadora al enterarse que la demanda no tenía el sello policial. Esto es un delito, y quiero que quede claro qué clase de personas son, añadía. Belén también acusaba a Lydia Lozano de querer publicar esa información sin que tuviera puesto el sello, pero la periodista se defendía diciendo que sólo iba a dar los motivos y que el abogado le había dicho que aun no la había recibido puesto que había pasado Semana Santa por medio. Belén aseguraba disponer también de cintas de vídeo en las que se le atacaba a él y a su padre: Estoy harta de esta familia, ¡y de los Janeiro también!, decía exaltada la de san Blas.
La co-presentadora también aprovechaba para decir públicamente que nadie acudiese a la tienda de fotografías que tiene el vecino traidor, ¡No ir! Que luego enseñan mis fotos privadas. Kiko quería afirmar estos hechos, y ha relatado un encuentro que tuvo con el vecino de Belén en una discoteca, donde el hombre se acercó a él y sacó de su cartera una serie de fotos personales de la co-presentadora en su ámbito familiar. Sí, y también tiene fotos de Jesulín desnudo vistiéndose de torero, añadía la de San Blas.