En el último encuentro de 'Sálvame' y María José Campanario comenzó suave como la seda. La mujer de Jesulín accedió, sorprendentemente, a hablar con nuestro reportero Omar Suárez y contestó amablemente a todas sus preguntas aunque aportando pocos detalles acerca del encuentro con Belén Esteban.
Sin embargo, todo se estropeó con el paso de los minutos y es que, una vez acabó la conexión en directo, ante las preguntas del reportero, María José recordaba que una cosa es que mantengan una relación cordial por los niños y otra que olviden todo lo sucedido entre ellas, además, recordaba que nadie le ha pedido perdón en diez años. Estas palabras fueron suficientes para que Belén rompiera el silencio que quería guardar a toda costa y le dijo muy clarito que si alguien tenía que pedir perdón no era ella. Además, advirtió: "A ti y a toda España, cuidadito porque por mi hija saco los ojos, me los como y los escupo"
Pero lo que no habíamos visto de la entrevista son las declaraciones que Campanario hacía sobre el juicio al que se enfrentará por la Operación Karlos, una cita legal por su presunta implicación en trama de fraude descubierta para la obtención de prestaciones por incapacidad laboral.
Las últimas noticias sobre esta batalla legal apuntaban a la posibilidad de que fuera un jurado popular el que decidiera así como un posible aplazamiento. Se creía que María José no querría que fuese un jurado popular el que decidiera pero ella asegura lo contrario: "A mí me da igual", decía.
Además, expresaba su deseo de que el juicio se celebre lo antes posible: "Estoy deseando que llegue, ojalá fuera mañana", negando así a los que especulaban asegurando que lo que quiere Campanario es retrasar este momento lo máximo posible.