Desde la separación de Chayo Mohedano y Antonio Tejado, los rumores, acusaciones y polémicas han sido constantes y se han convertido en el motivo de enfrentamiento entre familias. El último de los rumores surgidos hablaba de un acto de Chayo Mohedano contra su propia salud. Según estos rumores, la cantante podría haber tomado algún tipo de sustancias y este sería el motivo por el cual, Antonio Tejado, la expulsó de su casa.
Este último rumor enfrentó a Kiko Hernández y Rosa Benito con Belén Esteban y Karmele Marchante de por medio. Sin embargo, el enfrentamiento más duro se produjo cuando María José, madre de Antonio Tejado, habló en 'Sálvame' a través de una conexión telefónica con 'Sálvame' sumergiéndose en un duro enfrentamiento contra Rosa Benito.
María José aseguraba haber estado muy pendiente de la hija de Rosa durante su estancia en Sevilla pero la madre de Chayo reiteraba que su hija estaba sola porque "tu hijo se largaba" y añadía que cuando dio a luz a su hijo, Chayo sufrió insultos, "le decía gorda, le decía fea", gritaba Rosa pero María José lo desmentía.
Para Rosa Benito, la relación y posterior ruptura de Chayo y Antonio "ha destruido" a su hija. Según la colaboradora, su hija lo dejó todo por seguir a su pareja tras quedar embarazada "porque estaba enamorada hasta las trancas".
En torno al asunto de los estupefacientes, María Jose asegura que su hijo nunca ha dicho que Rosario tome drogas y explica que que la hija de Rosa Benito le ha hecho llorar. Asimismo, se niega a consentir "que se esté machacando a mi hijo".
Para la madre de Antonio Tejado, las declaraciones de unos y otros son "barbaridades" y recrimina a Rosa su actitud frente y detrás de las cámaras ya que, mientras ella le ha abierto las puertas de su casa, Rosa le ha entregado a su nieto en el rellano del ascensor de su casa.
En este punto acababa el enfrentamiento de ex suegras pero continuaba en plató y es que parece que Kiko Hernández no perdona que Rosa haya pensado que él decía que su hija se drogara. Parece casi imposible que los colaboradores entierren el hacha de guerra.