El pasado 12 de agosto, José Ortega Cano intervenía telefónicamente en un programa de televisión para defender a su sobrino de unas acusaciones. De sus palabras, la familia Parra dedujo que se había producido una mejoría en su estado de salud y, por ello, enviaba un comunicado en pedía al juez que instruye el caso que llame a declarar a Ortega Cano.
Sin embargo, Kiko Hernández discrepaba. Defendía que por una llamada teléfonica "no sabes si está destrozado o no" y justificaba la actitud del diestro dado que "cualquiera entraría para defender a un familiar nuestro".
A raíz de estos comentarios, la familia Parra enviaba un mensaje a Kiko en el que expresándole su desacuerdo: "Kiko, creo que en este caso no llevas razón: Si Ortega entra por teléfono en radio o televisión, pienso que también está capacitado para ir a declarar. Creo que en otro caso ya hubiera declarado quien fuera, y estaría el informe, porque creo desde mayo ya es hora".
Según las palabras transmitidas por Sálvame, la familia Parra declara: "En sus declaraciones pactadas habla pausadamente, dando la sensación de que casi no puede ni hablar... y qué casualidad que viendo aquella llamada, me di cuenta de que volvía a ser Ortega Cano el torero, lo que me hace pensar que nunca en esto meses lo ha dejado de ser". Por todo ello, concluyen diciendo: "Que vaya a declarar de la misma forma que lo hizo ¿o es que tiene miedo de lo que tiene que afrontar?... A ver si tiene respuesta para todo. En cambio, si lo que no le venga bien e interese, dice que no recuerda nada, cambiará su valor de torero por su cobardía".