"Nunca he querido ser un fenómeno, siempre he querido ser Belén Esteban"

TELECINCO.ES 24/09/2010 01:53

Belén Esteban ha dado una entrevista muy personal para el reportaje 'La Princesa del pueblo'. Como es costumbre en la co-presentadora de 'Sálvame', se ha expresado sin ambages. Directamente al grano y con total sinceridad. De entrada, ha renunciado, incluso despreciado con mofa, al tesoro más preciado de quienes suelen aparecer en televisión: el glamour. Ella reconoce que no lo tiene, pero también que no le interesa. Y lo ha hecho con su inconfundible sonrisa:

"Yo no tengo glamour. Es que las tonterías del glamour... . Lo malo es ser una persona que quiera ser como otra, que de esas hay más de una. Belén Esteban sólo hay una para bien y para mal". yo no, yo no soy glamorosa, eso otras

Porque ese es el eje de su discurso. El ser Belén Esteban. Un personaje que no admite interpretaciones.

"Mucha gente me apoya y me sigue apoyando porque soy una persona que cuenta las cosas según las siente y si joroba, pues no sé. Pero yo nunca he querido ser un fenómeno, siempre he querido ser Belén Esteban. Y seguir siendo Belén Esteban como soy".

Su infancia

Sus inicios, como nunca se ha cansado de repetir, fueron muy humildes. Según cuenta en el reportaje, como su madre limpiaba el colegio a ella la tenían que cuidar las monjas. No guarda un mal recuerdo de ellas, más bien al contrario, dice que ya de pequeña le daban un trato preferente:

"Mi colegio era religioso, pero tengo buenos recuerdos de las monjas. En mi casa nos han ayudado muchísimo. A mí hija le regaño cuando le compro las cosas y no las valora. Le digo que mamá y tus tíos han llevado ropa usada. . Mi padre trabajaba de pintor, mi madre limpiando el cole. Yo era la pequeña de tres hermanos". Y me acuerdo que llegaban las cajas de la gente rica, cajas del Corte Inglés, y las habría Sor Mercedes y me daba lo mejor

No fue una mala estudiante, por mucho que algunos se empeñen en señalar lo contrario, aunque reconoce que las Matemáticas y el Inglés se le daban fatal. Sobre todo la lengua de Shakespeare, de la que reconoce que a estas alturas sigue sin "tener ni idea".

Su relación con Jesulín

Pero si sus orígenes fueron humildes, su romance con el torero Jesulín de Ubrique que la lanzó a la fama, fue completamente casual.

"Fue en Benidorm. En el aniversario de boda de mis padres. Iba andando, me llamó y yo dije ¿y éste?... Y luego en Madrid me lo encontré en un restaurante. El destino..."

Fueron viéndose, cada vez más a menudo. Y aunque Jesulín era un famoso considerado todo un Don Juan, con ella no siguió los patrones habituales de este tipo de personajes:

"Empezamos, pero ". conmigo no fue aquí te pillo aquí te mato. A mí me ha respetado

Su padre llegó a tener auténtica devoción por el torero, según ha confesado Belén. Pero no ocurrió lo mismo con el clan de los Janeiro. Por lo visto, la rechazaron por su origen humilde:

"Su familia era muy corriente, como la mía. El problema es que su vida estaba manejada por su padre. Era un muñequito. Yo no pude manejarla y yo a María José Campanario en eso la admiro".

La relación fue toda una montaña rusa que terminó, cuando Belén quedó embarazada, sin boda y con 'La Princesa del pueblo' completamente despechada y con su dolor expuesto a la luz pública en los medios y en los actos en los que participaba como modelo.

"Me veía muy inocente. La vida te va cambiando. Y mi vida cambió para bien. Mi separación con Jesús fue desastrosa, . Y mi hija, porque no me gustaba lo que había ahí". pero si hubiera seguido en esa casa hubiera sido una infeliz

Un aspecto, el de lo protectora que es con su hija que ella no lo ve tan sensacional: "Me veo una madre como todas las que hay en este país que por sus hijos matan". El caso es que la protagonista del reportaje también "mata" por sus padres, aunque no lo repita tanto, y por toda la gente mayor que tiene problemas económicos: "Esa gente mayor que va al supermercado a pedir lo que sobra, pero eso, aunque no hayan trabajado, por favor, eso es una vergüenza".

El cariño de la gente

Por lo demás, Belén ha reconocido que disfruta del afecto que le profesan sus fans, aunque es perfectamente consciente de que también despierta sentimientos contrarios en otras personas. El caso es que los asistentes al plató de 'Sálvame' suelen hacerle regalos, los cuales están todos en su casa:

"Las señoras mayores son una pasada. Media casa que tengo son figuras de la gente que me regala. Todo lo pongo. El otro día me regalaron una cosa de cerámica para las servilletas y lo miro y me gustaría que la señora viera que lo tengo".