"Me ha llamado la madre de Raquel Bollo, se ha puesto a llorar y lo único que me ha dicho es que no se puedo aguantar esto, no podemos aguantar tanto dolor. Y después se ha puesto el hijo de Raquel que lloraba más que la abuela y me ha dicho que como vuelvan a hablar de mi madre se le va a acabar la paciencia", cuenta el colaborador.