Dando las gracias a sus compañeros por ocho años de televisión en directo y entre lagrimas, Kiko Matamoros se ha despedido de todo el equipo de 'Sábado Deluxe'. Con un breve recordatorio a sus padres fallecidos y con lágrimas en los ojos la mano dura de las tardes en 'Sálvame' decía adiós. Pero antes se llevaba un regalo: la silla que le ha acompañado durante todos estos años.