La Roca se venga de la muerte de su padre

TELECINCO.ES 16/10/2009 17:43

Mejía entrega a La Roca información sobre las actividades del narcotraficante Said para que pueda quitarle rápidamente del medio. Cuando entra en la Brigada con toda esa información, Bergara asombrado, le pregunta si le ha contado algo sobre la muerte de su padre, "no, sólo le he dicho que el sicario que trabaja para Said mató a un policía. Ahora, Mejía tiene bastante interés en que lo encontremos, recavó toda esta información en dos días", afirma pensativo el inspector. Además añade "Mejía me ha dicho que se ha unido a un cartel colombiano, si lo que pone ahí es cierto, ha empezado fuerte. Recibe un envío semanal por la ruta africana Guinea-Bisao-Marruecos-Madrid". Primero tienen que comprobar que lo que dice Mejía es verdad y para ello Bergara y Quesada van a ver al argelino que les debe varios favores.

A través de sus contactos en la calle los hombres de La Roca consiguen encontrar a un hombre clave en la investigación, el banquero, la persona que lleva las cuentas de Said en España.Por otra parte, La Roca tiene un encuentro clandestino con el inspector Prieto, piensa que Jorge Zafra estaba metido en algo sucio y cree que por eso lo mataron. Y ahora es Asuntos Internos quien tiene que investigarlo.

Barrio y Prieto observan como transcurre todo el operativo, "la chica no mentía", afirma el inspector. Los tres entran en el almacén, Said con varios hombres preparan la droga para hacer el envío pero son interrumpidos repentinamente. Hacen la incautación de la droga y Martín La Roca misteriosamente se lleva detenido solamente a Said.

Bergara a través de un amigo en la UCCO le pasa una imagen en la que se puede ver a al sicario junto a Said, La Roca se da cuenta que el tiempo se les agota y decide que tienen que adelantar la operación. Bergara y Quesada tienen que ir a buscar al banquero para averiguar dónde se encuentra su jefe.

En plena calle le asaltan y le llevan a la 'habitación de invitados' donde le espera una singular tortura. Con una cabeza de cerdo sangrando, Martín La Roca intenta sonsacar al banquero el escondite de Said, "eres un cerdo, y no vas a ir ni a ningún paraíso ni vas a morir como un mártir y sabes por qué, porque vas a morir como un cerdo entre los cerdos, cabrón". El banquero rendido, entre gemidos de dolor, les cuenta que el próximo envío le llega al día siguiente a un almacén que tiene en la carretera de Barcelona.

La Roca se reúne con sus hombres en el Ginger para ultimar los detalles de la operación mientras que Cata les sirve unas copas y escucha toda la conversación, para luego chivárselo al inspector Barrio. La Roca sabe que es el único que le puede decir quién ordenó la muerte de su padre.

La Roca dispuesto a hacer su propio confesionario y conseguir la información del criminal que mató a su padre lleva a Said a una casa abandonada. "Te has equivocado de hombre, no soy un emigrante al que vas a acojonar, mis abogados van a destrozarte, van a acabar con tu carrera. Esto no es por droga, ¿verdad? Que te pagan los colombianos. Soy un hombre rico, te voy a pagar el doble, el triple". Pero el inspector no se deja llevar, tiene claro su objetivo, en su mente sólo está presente la muerte de su padre y el hombre que lo mató. Quiere saber para quién trabajaba el sicario, "yo no soy un chivato", afirma Said. "Y una mierda te voy a decir, no juegues conmigo a Harry el sucio, además tú no me vas a matar, eres un policía, son las reglas del juego", pero La Roca firme sin pensarlo dispara a quemarropa al 'narco': "te equivocas, las reglas del juego han cambiado".