Anabel Pantoja, expulsada de ‘Isla Bonita’

telecinco.es 01/04/2014 02:56

Anabel Pantoja afrontaba su segunda semana en 'Supervivientes: Perdidos en Honduras', con la incertidumbre de saber si sería la segunda expulsada de ‘Cayo Paloma’. La concursante fue nominada por todos y cada uno de sus compañeros, tanto de ‘Cayo Paloma’ como de ‘Isla Bonita’ en una maniobra que Jorge Javier sospechó que había sido orquestada por la propia Anabel, la cual habría pedido, de forma indirecta, su nominación.

Tras cerrar el voto por teléfono, Jorge Javier se dirigía a Anabel y a Yong Li para comunicarles la decisión de la audiencia. “Anabel, ¿te quieres quedar?", preguntaba el presentador. “No, no puedo quedarme porque no estoy bien y no creo que deba estar aquí”, contestaba Anabel. Agarrada a la mano de Yong Li, Anabel Pantoja escuchaba su nombre como la expulsada de la semana, lo cual alivió su rostro.

Después de despedirse de sus compañeros, Anabel viajaba en barca hacia ‘Isla Bonita’, donde Aran Aznar le esperaba. Allí Jorge Javier le comunicaba una mala noticia, su aventura en 'Supervivientes: Perdidos en Honduras' aún no había acabado. Ambas se abrazaban cariñosamente, y Anabel rompía a llorar después de comprender la situación. “No puedo quedarme aquí. Yo lo único que quiero es volver a casa y no puedo quedarme porque no tengo fuerzas”, recriminaba Anabel.

Con Aran Aznar al lado, Anabel rompía a llorar desconsoladamente y ni siquiera la llamada de su primo Kiko Rivera, que ya pasó por el programa hace unos años, le hacían cambiar de opinión. "Aguanta un poquito más, tú eres Pantoja", le pedía Kiko. Entre lágrimas, Anabel le ha contestado: "Lo he intentado pero no puedo, no puedo. Lo siento por haberos defraudado a todos".

Los habitantes de ‘Isla Bonita’ regresaban después de la prueba de recompensa y se encontraban a una desolada Anabel junto a Aran Aznar, al tiempo que Jorge Javier les comunicaba que debían salvar a una de las dos. Sin pensárselo dos veces, cada uno de ellos decidía salvar a Aran, respetando los deseos de Anabel de ser expulsada y así poder regresar a España. Feliz, Anabel agradecía a sus compañeros el gesto y emprendía su camino de regreso.