Durante el rodaje de MARI(DOS), la nueva película de Paco León y Ernesto Alterio, los equipos de dirección y producción se enfrentaron a un contratiempo. El filme estaba ambientado en una localización de nieve y fue este punto el que les hizo plantearse muchas cosas.
Los guionistas lo tenían claro. Cuando escribían el guion, ellos se imaginaban localizaciones de nieve. Al tratarse de una historia en la que los protagonistas quedan atrapados, “la nieve siempre da esa idea de que no es tan fácil irse de un sitio”, decía Breixo Corral.
Sin embargo, al llevar lo que había escrito en un papel, a la realidad, surgieron los primeros problemas. “Estábamos muy vendidos a la nieve. En el rodaje tenía que haber nieve y no sabíamos si iba a nevar”, explica Lucía Alemany.
“De hecho, cuando fuimos a rodar el primer día, estaba todo muy seco y no nevó hasta dos semanas después. Hubo un momento en el que recuerdo que me planteé quitar la nieve del guion”, explicaba la directora.
Pese a ese contratiempo, gracias al equipo de producción y las condiciones climatológicas, la película pudo rodarse en ese ambiente con el que soñaban los guionistas de ‘MARI(DOS)’, dando lugar a unos planos espectaculares del paisaje.
La nieve fue un tema que estuvo muy presente durante todo el rodaje y los propios productores, Ghislain Barrois y Álvaro Augustín, nos hablan de cómo recibieron ellos la idea de rodar la película en un ambiente de estación de esquí.
Explican que, cuando recibieron la película, llegaron a plantearse el que fuera rodada en un lugar de nieve: “Ahora nieva tan poco que te condiciona muchísimo”, explicaba Álvaro Augustín. Sin embargo, tras tomar la decisión de seguir adelante y ver el resultado, ambos quedaron encantados: “A toro pasado, me alegro de que tomáramos esa decisión”, decían.