De tanto recibir llamadas avisando de que la iban a violar, Mauricio está harto de aguantar a su madre y decide buscarle una amistad. La alegida es Eugenia. Una buena pieza que no consigue sonsacarle a la mujer todos los secretos más íntimos sobre su retoño.
Y qué mejor idea que soltarlos todos, uno detrás de otro y con riqueza en detalles, en el propio bar de Mauricio. La situación es insostenible y el desenlace, duro para ambas partes. Al final, él también se ve obligado a rebuscar y revelar los secretos inconfesables de Eugenia. Confidencias tales como que su gran carrera en Cleofax transcurrió en la taquilla de la entrada, donde todas las noches colgaba el cartel de 'no hay billetes'.
Pero, en cualquier caso, sirve para conocer los siete pecados capitales de Mauricio. Una información que conviene recordar cada vez que abra la boca dándoselas de machote ibérico.
Estos son: