El poder secreto del dibujo: cómo nos puede ayudar a resolver los problemas del día a día

  • El dibujo nos sirve para expresarnos y comunicarnos: también para hablar de nuestros problemas

  • Los niños sienten pasión al dibujar y, al hacerlo, nos cuentan su relación con el mundo

  • Superar las dificultades y miedos de los más pequeños puede ser más fácil gracias a estas actividades

A veces, las soluciones a nuestros grandes problemas están en cosas y lugares en los que nunca habíamos pensado. Con un poco de imaginación e ingenio, podemos resolver auténticos quebraderos de cabeza de una forma sencilla y hasta divertida. No hay que menospreciar nunca el poder de los detalles y de las pequeñas acciones.

Lo saben bien los niños. Por su edad, suelen tener muchos miedos asociados a situaciones y escenarios del día a día. La oscuridad o el aprender a dormir solos suele ser uno de los más frecuentes, pero existen otros muchos: a las tormentas, al agua o los animales, a visitar al médico o incluso a dormir fuera de casa o estar separados de sus papás. ¡Y la forma de resolverlos puede ser más fácil (y creativa) de lo que pensabas!

El dibujo es, ante todo, una forma de expresión, la más universal para comunicarnos. Una vía de escape que parte de la realidad para dar rienda suelta a la imaginación, la creatividad y nos permite desarrollar nuestra faceta más artística. Nos relaja, nos divierte y nos hace aprender. Pero es que, además, puede ser una magnífica terapia para ayudarnos a superar algunos problemas.

Una hoja en blanco, su rincón favorito y un buen puñado de productos BIC KIDS La pasión que los más pequeños sienten por las manualidades y, concretamente, el dibujo y la pintura hace que sea para ellos una forma muy natural de comunicarse, expresarse y dejar sacar todo lo que se les pasa por la cabeza.

Precisamente por eso, en BIC han dejado que sean los pequeños los que se comuniquen, hablen de sus miedos y puedan aprender a resolverlos. Pasar poco tiempo con sus papás o aprender a dormir solos son cosas que preocupan a los niños. Y BIC ha diseñado las situaciones perfectas para que puedan manifestar sus pensamientos y aprender a gestionarlos.

Solo hace falta que los niños den rienda suelta a su creatividad, expresando sus emociones y contando lo que sienten. Gracias a eso, se identifican sus problemas y es más fácil encontrar soluciones. Mamá y Papá guardarán sus móviles cuando estén en casa para disfrutar de su tiempo con Marta. Juan dirá adiós a los monstruos que le atemorizaban cada noche y podrá dormir tranquilo en su cama. A veces, la felicidad depende de algo tan divertido como un dibujo. Así que, ¿a qué estás esperando?