Ejercicios mentales para mantener en forma tu cerebro

  • El cerebro necesita enfrentarse a nuevos retos para no acomodarse

  • Ejercitar el cerebro es un factor importante para prevenir el deterioro cognitivo

  • Viajar, aprender un idioma o tocar un instrumento son actividades que ponen en forma tu cerebro

Moverse y hacer deporte es fundamental para tener un cuerpo y una mente sanos. Pero el cerebro también necesita retos mentales para no acomodarse y dar lo mejor de sí. Los crucigramas, los sudokus, los escape rooms… son algunas de las actividades que contribuyen a mantenerlo en forma.

Buena parte de nuestro día a día lo llevamos a cabo en piloto automático: las acciones rutinarias que hacemos a diario no suponen ningún reto y somos capaces de llevarlas a cabo pensando en otras mil cosas y sin poner ninguna atención. El cerebro las automatiza y apenas somos conscientes de las decisiones que tomamos, por ejemplo, cuando vamos de casa al trabajo.

Un exceso de rutina hace que el cerebro se acomode y que no sea necesario que se ponga a funcionar al máximo para solventar situaciones nuevas. Por eso es importante someterle a ciertos retos que le saquen de su zona de confort y le mantengan en forma.

Ejercitar el cerebro es uno de los factores que reducen la probabilidad de sufrir deterioro cognitivo (otros son hacer actividad física y llevar una alimentación saludable, por ejemplo).

Además, para cuidarnos y mantenernos sanos es fundamental que nuestro cerebro este descansado y para ello es fundamental conseguir una buena calidad del sueño. Para ello tenemos la ayuda de un smartwatch de salud avanzado como Fitbit Sense, que nos ayuda a controlar que nuestro descanso nocturno sea correcto con la monitorización y la puntuación del sueño.

Cómo ejercitar el cerebro

Hay muchas maneras de ejercitar el cerebro. Actividades sencillas como los crucigramas o los sudokus pueden ayudarte, pero también oro tipo de retos, como aprender un idioma, tocar un instrumento musical o viajar. Al llegar a un nuevo destino tenemos que afrontar multitud de estímulos inesperados y tomar decisiones que en nuestro día a día están automatizadas, como la ruta que seguimos hasta llegar al supermercado.

Ejercicios que puedes hacer en tu día a día para ejercitar el cerebro

Utiliza la mano no dominante para llevar a cabo las tareas cotidianas: Por ejemplo, si eres diestro puedes probar a lavarte los dientes con la izquierda. El hecho de coger el cepillo y abrir la pasta con la mano no dominante va a requerir que pongas toda tu atención en lo que estás haciendo.

Ve por un camino diferente al trabajo: Ir al trabajo es una acción que se realiza de forma tan asidua que llega un momento en que no ponemos ninguna atención a lo que estamos haciendo. Nuestro cerebro ha automatizado el proceso y lo hace en piloto automático. Por eso una buena manera de ponerle por delante un reto es elegir una vía alternativa que nos obligue a estar atentos y a tomar decisiones.

Dúchate con los ojos cerrados: Con la ducha ocurre lo mismo que con el trayecto al trabajo, es una actividad tan rutinaria que apenas ponemos atención en lo que hacemos. Pero si intentas ducharte con los ojos cerrados, guiándote por el resto de los sentidos, seguro que ya no te resulta tan sencillo.

Cambia las cosas de sitio: Seguro que tienes la ropa ordenada en los cajones y en el armario y que, cuando necesitas algo, te diriges automáticamente al sitio en el que está. Por eso una buena manera de ejercitar el cerebro es cambiar las cosas de sitio, de modo que tengas que pararte a pensar dónde están.