El 27 de junio de 1995, mientras practicaba deporte en los alrededores de su casa en Zaragoza, Publio Cordón fue secuestrado por el grupo terrorista GRAPO. Un mes y medio después, la familia pagó 400 millones de pesetas por la libertad. Sin embargo, esa libertad nunca llegó. En noviembre de ese año, fueron detenidos dos miembros del GRAPO, que durante el juicio sostuvieron que dejaron en libertad al empresario. La hipótesis trabajó con esta hipótesis durante años, pero en 2008 Sande confiesa que enterró a Publio Cordón después de que se cayera por una ventana. Tras el descubrimiento del zulo en el que estuvo encerrado Publio Cordón, la policía da por buena esta hipótesis. 17 años después, su mujer sigue luchando porque se esclarezca lo sucedido y ha mantenido en pie, con la ayuda de sus hijas, el imperio creado por su marido.