Nervioso, casi desquiciado, con una mezcla de ira y arrepentimiento, así es cómo explicaba Jordi Magentí, presunto asesino de Marc y Laura, cómo mató a su mujer el 4 de diciembre de 1997: “Levanté la escopeta y me parece que fue una cosa y comencé a tirar pero no me acuerdo de mucho, la verdad”. El día de la sentencia se muestra muy abatido con un aparente arrepentimiento y recibe la condena de 15 años de cárcel con la cabeza entre las manos. ¿Estaba Jordi Magentí realmente arrepentido o solo buscaba la reducción de su condena?