Los médicos de Cirugía Infantil de La Arrixaca intervinieron al menor durante diez horas. Le extirparon la vagina y el útero para que siguiera siendo un varón que era lo que los padres querían ya que le habían educado como a un chico.
El pequeño tenía un ovario, trompa, útero y vagina en el lado izquierdo, y un testículo en el lado derecho. Para los médicos este era un caso excepcional ya que aparentaba tener un pene. Los cirujanos, dirigidos por el doctor Gerardo Zambudio, extirparon los órganos sexuales femeninos y alargaron el conducto de la orina hasta conseguir un pene.
¿Por qué ocurre esto? Porque todos los embriones son hermafroditas pero cuando se están formando contienen estructuras que dan lugar a un sexo o a otro. Se desarrollan como testículos o como ovarios. Que el embrión tome un camino u otro depende de que si posee los cromosomas XX (de niña) o XY (de niño).
Ha sido la primera vez que se ha realizado esta operación ya que lo más normal es quitar los órganos masculinos y dejar los femeninos que es mucho más sencillo. Convertir el clítoris en pene conlleva riesgos, especialmente cuando el tamaño del miembro es demasiado pequeño. En el futuro este niño podría llevar una vida sexual normal e incluso, como asegura Zambudio, "podría ser padre, aunque no es seguro".