Asesinato de una niña en Vilanova: el cuerpo de Laia lo encontró uno de sus tíos debajo de un colchón

La policía detuvo anoche al presunto asesino de Laia en Vilanova i la Geltrú. El arrestado, de 42 años, es vecino de los abuelos de la menor, que tenía 13 años. Una patrulla de la policía local encontró el cadáver de Laia en el interior del piso del detenido con heridas de arma blanca y síntomas de haber sido ahogada. Tras la detención se produjeron momentos de mucha tensión con varios vecinos que increpaban al detenido en la calle.

Según fuentes no oficiales, el detenido tenía problemas psiquiátricos y un conflictivo pasado con las drogas, explica Mayka. Además tiene una denuncia de violencia de género puesta por su anterior pareja. Los vecinos empezaron a sospechar por el comportamiento extraño del detenido, que vivía en la primera planta y fue el único del bloque de viviendas que no salió de su vivienda para buscar a la menor. .

Alertados por las sospechas de los vecinos del bloque, la policía entró en el interior de la vivienda del detenido y encontró el cadáver de la niña. Los Mossos d'Esquadra se han hecho cargo de la investigación del caso, que sigue bajo secreto de actuaciones, aunque la jueza de guardia ha autorizado a los Mossos dar alguna información. "El caso recuerda en varios detalles al de Mari Luz Cortes", ha comentado el colaborador del programa Israel López. Entre las hipótesis que barajan los investigadores, no se descarta el crimen haya tenido un móvil sexual.

Tras la detención, la policía local de Vilanova i la Geltrú ha agradecido en un tuit la colaboración de los ciudadanos en la búsqueda de la pequeña Laia y ha pedido que se borren las imágenes de Laia que se habían distribuido para la búsqueda por respeto a la familia de la víctima.

Desde la comisaría de Vilanova i la Geltrú, donde el detenido ha pasado la noche, Mayka Navarro ha relatado cómo sucedió la desaparición de Laia y el momento en que uno de sus tíos encontró el cadáver de la niña. La periodista cuenta lo que sucedió la trágica tarde de este lunes siguiendo las explicaciones del intendente de los Mossos Antonio Rodríguez, que lleva la investigación del caso. Según su relato, los abuelos de Laia la recogieron en el colegio alrededor de las 18:30 de la tarde. El padre de Laia, separado y con una pareja actual, llama al telefonillo de sus padres para avisarles de que está buscando un lugar para estacionar su coche. Laia se retrasa y le extraña. Vuelve a llamar y sus padres le comentan que salió hace un rato.

Posteriormente comienza la búsqueda de la niña, que tiene un trastorno de autismo y a veces se desorienta. Los abuelos y el padre creen que se puede haber despistado al tomar el ascensor. Dos tíos paternos de Laia empiezan a llamar timbre por timbre a todos los vecinos del bloque de pisos porque les extraña que nadie haya visto a Laia. Al llamar al piso del detenido, en la primera planta del edificio, éste les abre en toalla de baño y les dice que no sabe nada de la niña. Posteriormente y ante las sospechas de varios vecinos, regresan a los 20 minutos. "Es conocida su adicción a la cocaína y tiene un perfil que les hace sospechar", explica Mayka.

Al volver a llamar a la puerta, el hombre no quiere abrir y le amenazan con tirar la puerta si no abre. El presunto asesino abre la puerta y uno de sus tíos se abalanza sobre él mientras el otro grita el nombre de Laia mientras busca a la niña por la casa. En una habitación cerrada y debajo de un colchón, uno de los tíos encuentra el cadáver de Laia. "Le falta alguna prenda y tenía heridas de arma blanca", informa Mayka. "Varios vecinos alertan a la policía local que está en la zona y prácticamente rescatan al sospechoso de la manos de los dos tíos", concluye Mayka. Además, la periodista ha confirmado que Laia era una hija adpotada y tenía rasgos asitáticos.

Esta mañana los Mossos d'Esquadra han establecido un cordón de seguridad para la llegada del presunto asesino al registro de la vivienda. A la espera de que la juez autorice el registro, el reportero Miquel Valls ha hablado con una conocida de la familia del presunto asesino que ha confirmado que el sospechoso "tiene una hija de aproximadamente la misma edad que Laia". Además, ha explicado que la madre del detenido está ingresada en un hospital por una grave enfermedad y el padre se encontraba fuera de la casa.

Posteriormente, el reportero ha buscado más testimonios de vecinos de la zona que pudieran aportar más datos sobre el presunto asesino, que trabajaba como profesor de cursos de cocina. Pedro, uno de los asistentes a este curso ha asegurado que “era un buen cocinero y profesional pero tenía cambios de humor muy bruscos y nunca dormía”. Además, según ha dicho Pedro les pedía dinero y le confeso que se quería ir a China "a casarse y a abrir un restaurante".