A pesar de los rumores de mal ambiente familiar, Isabel Pantoja estuvo acompañada de los suyos el día de su 60 cumpleaños. Su madre, sus hermanos, sus hijos y sus nietos estuvieron en Cantora donde disfrutaron del menú típico de los cumpleaños del clan Pantoja: paella y gazpacho. Además, según ha revelado Pepe del Real hubo una sardinada y los invitados disfrutaron en la piscina, donde hemos podido ver a Anabel y a Chabelita bañándose con el pequeño Alberto.
El reencuentro de Kiko y Chabelita
Ni Kiko ni Chabelita, a pesar de su enfrentamiento, quisieron perderse la celebración. Los hijos de la tonadillera han estado en Cantora con su madre pero la reconciliación no ha sido posible. Según ha revelado Pepe del Real, los hermanos Pantoja no se miraron a la cara y no se hablaron. Mantuvieron una tensa cordialidad para evitar un disgusto mayor a su madre. Los que sí se hablaron y mantuvieron el tipo fueron Alejandro e Irene. Ellos sí saludaron a sus cuñados. La tensión entre los hermanos era más que evidente por lo que Anabel Pantoja intentó mediar sin éxito entre ambos ya que Kiko, según Paloma García Pelayo, va a seguir castigando a su hermana. "Cree que Isa tiene que pedir perdón porque ha dicho que se posicionaba del lado de Dulce", ha dicho Pepe del Real.
A pesar de todo, Isabel Pantoja se lo pasó bien rodeada de la familia y algún amigo. "Cantó, bailó, se tomó algo y se encargó de preparar la cena", ha dicho Pepe del Real, que ha confirmado que a lo largo del día se unió Celeste a la celebración y algún que otro fan. Ademas, según nuestro compañero, los regalos que recibió la artista no fueron ostentosos.
"Cantora es el sitio donde soy feliz con mi madre"
Además de asegurar que apoyaba a Dulce, en su entrevista en 'Lecturas' Chabelita habla de cómo se sienten en Cantora su hijo y ella. "Alberto adora a su abuela. Cada vez que le digo que vamos a Cantora se le ilumina la cara. Este cumpleaños ha disfrutado mucho de su abuela. Para él, su mayor diversión es estar en la piscina. Le encanta el agua y se pasaría todo el día allí. Tiene la inocencia que yo tuve alguna vez", dice la joven, que asegura que su hijo se parece mucho a ella. "Sonríe en el mismo lugar como yo solía hacerlo. Hasta se parece a mí cuando era pequeña. Parece que no han pasado los años y me veo reflejada en él". Respecto a ella, asegura que Cantora no es una cárcel. "Dicen que es una cárcel de oro. Otros sueñan con ir a conocerla. El que sea un misterio es lo que la hace bonita. En él fondo, Cantora es el sitio donde soy feliz con mi madre".