Otra guerra que se da en los juzgados es la de Pepe Navarro con su mujer, Lorena Aznar, sobre la vivienda familiar, un piso en La Castellana de Madrid, que ahora ocupa únicamente Lorena junto a sus hijos, ambos menores. Pepe Navarro dice que necesita vender la casa para saldar una deuda que está por encima de los 3,5 millones de euros. Pepe Navarro dice que se trata de una venganza y que Lorena solo quiere dinero. A los problemas con su todavía mujer se le unen la demanda que interpuso Ivonne Reyes a su hija.