La inspección realizada por la Guardia Civil en la casa de Castro Urdiales donde Jesús Mari vivía con su pareja, ha revelado la existencia de manchas de sangre en cinco puntos diferentes de la vivienda, especialmente en el pasillo y la pared del piso de arriba. La mujer está en prisión acusada de decapitar al hombre y meter su cabeza en una caja que entregó luego a una vecina.