Crimen de Meco: el análisis del laboratorio es clave tras descartarse un machete encontrado en la casa de Sergio

La investigación del crimen de Meco podría dar un giro de 180 grados. Miriam Vallejo, de 26 años, fue asesinada brutalmente mientras paseaba a sus perros por un camino poco transitado el 16 de enero y todas las pruebas incriminan a Sergio, el novio de la mejor amiga de la víctima, y único sospechoso de su muerte.

Los investigadores sospechaban que el arma del crimen era un machete encontrado en casa de los padres de Sergio, un cuchillo que, según declaró, pertenecía a su abuelo y lo usaba para pescar. El análisis revela que ese no fue el cuchillo con el que apuñalaron a Miriam Vallejo en más de 90 ocasiones. Según el informe pericial, ese no fue el objeto que provocó la muerte de la joven en Meco porque se ensañaron de tal forma que un fragmento quedó insertado en su cráneo.

Los investigadores sospechan que el presunto asesino se habría deshecho del arma homicida el mismo día de los hechos y analizan otra de las principales pruebas: la videoconsola en la que el detenido asegura que estaba jugando a la hora de su muerte, su coartada.

Con este nuevo giro en la investigación del crimen de Meco, el análisis de las manchas de sangre en el abrigo y el coche de Sergio cobra mayor relevancia.

Si el análisis coincide con el ADN de Miriam, la explicación de que los restos biológicos hallados en la ropa de Sergio podría haberse transferido por la lavadora caería en saco roto. Mientras, la defensa intenta invalidar esta prueba que sería la respuesta a muchos interrogantes.