Ortega Cano, en 'AR': "Por mi forma de ser, me levanto y digo: dónde está el mundo que me lo como"

telecinco.es 16/02/2018 13:58

Después de retirarse definitivamente de los ruedos, Ortega Cano ha pasado por 'El programa de Ana Rosa' para hablar de su pasado, su presente y su futuro. Ortega ha adelantado que su boda con Ana María va a ser este verano y ha recordado los momentos más duros de su vida, como los problemas de su hijo José Fernando o la muerte de Rocío Jurado.

AR: Siempre es un placer tenerte aquí. Estás hecho un pincelín…

Sí, me cuido. Siempre he hecho mucho deporte y en las comidas me he cuidado, pero ahora me toca cuidarme más. No hago excesos, no bebo nada de alcohol, verduritas por la noche y por la tarde fruta.

AR: Entre otras cosas, te tienes que cuidar porque tienes un niño de 5 años

Sí, quiero llegar a los 90 para estar lo máximo posible con él. Está muy gracioso, es la alegría de la casa, no es hijo mío, es un clon. Se parece en todo, en mi forma de ser, en los enfados, físicamente las mismas piernas y los mismos brazos.

AR: ¿Vais a ir a por otro?

Si puedo, cómo no. Mientras se pueda, aquí estamos (risas)

AR: ¿La última vez que te has cortado la coleta es definitiva?

Sí, me la corto mi hija y fue un compromiso familiar. No se puede ir tentando a la suerte.

AR: ¿Te vas a casar?

Estoy en ello. Ana está muy ocupada con el curso de diseño porque está haciendo moda y este año es muy importante para ella. Esperamos que la boda sea para el verano., pero será una boda más sencilla que la de Rocío, con los amigos.

AR: ¿Cómo estás de salud porque tuviste una intervención? ¿Qué tal estás de la patatita?

Estoy muy bien y en un momento muy bueno en familia. Mi hijo José Fernando lleva un orden de vida. Está muy centrado en el centro, sale los viernes y pasa los fines de semana con nosotros, sobre todo conmigo porque me he comprometido… Le llevo, le traigo y le acompaño a donde sea. Le veo muy bien. Con Gloria hace falta menos atención porque va por libre. Sí, tiene carácter pero es sensible, se emociona con facilidad. Le gusta la tele y está estudiando también diseño.

AR: Y eres abuelo…

Bueno, soy un abuelito joven, pero abuelo (jeje). Estoy con la niña encantado, es una preciosidad de niña.

AR: Con la cantidad de veces que hemos hablado y nos conocemos de hace tantos momentos, los mejores y peores. Ha habido momentos muy terribles: la muerte de Rocío, tu caída tras la muerte de Rocío, el accidente, la cárcel… ¿Qué es lo que más te ha dolido?

No puedo compararlo. Lo de Rocío fue muy fuerte porque era el amor de mi vida. Estábamos muy unidos, nos respetábamos mucho, nos queríamos y admirábamos. No pensé que una enfermedad se la iba a llevar. Pensaba que con ella no podía ni una bomba. Cada cosa que mencionas lo he pasado mal y los de mi alrededor también. .

AR: ¿Cómo has conseguido superar todas estas cosas?

Algunas personas me dicen que soy como el ave fénix, que surjo de mis propias cenizas. Por mi forma de ser, me vengo abajo porque soy sensible, pero al rato me levanto y digo: aquí está Ortega, donde está el Mundo que me lo como.

AR: ¿En eso tiene algo que ver cómo fue tu infancia?

Sin duda, vendía churros de niño por las calles de Vallecas y uvas en la Puerta del Sol. Esa dureza de la vida desde niño te hace ser fuerte después durante toda la vida.

AR: Cuando hablas de tu amor por Rocío con ese amor, ¿le duele a Ana?

Algo habrá porque no la he tentado en ese campo, pero ella es también muy de Rocío. Es de Sanlúcar de Barrameda y es muy fan de Rocío. La conocí cuando ella fue a Hierbabuena a ver lo que había de Rocío.

AR: Por cierto, ¿qué pasa con el museo?, ¿no se abre?

No sé qué pasa con el museo, tampoco quiero hablar… Yo hubiera deseado como mucha gente que estuviera abierto ya.

AR: ¿Te imaginabas que a la muerte de Rocío la familia se iba a romper en pedazos?

En ese momento no pensaba en esas cosas. Pensaba en morirme yo también. Lo pasé muy mal, solo quería morirme. Ella era el alma máter de todo. Era nuestra pavo real, yo se lo decía, y abría sus alas y recogía a todos. Era muy familiar, con su gente, con la mía, con los amigos, con todo el mundo.

AR: Tú has iniciado una nueva vida, pero tú que has conocido a todos desde pequeños, ¿no te apena haber tenido una relación más normal, cómo la de un viudo con la familia de su mujer?

No me gusta hablar de esto otra vez porque he venido para otras cosas. Ahí, los que han cortado y han tirado por la calle del medio han sido quien ha sido, no conmigo, sino con sus tías y sus propios hijos.

AR: Eres muy emprendedor, has tenido multitud de empresas...

Sí, me han ido muchas muy mal y alguna bien.

AR: Ahora has montado una residencia canina...

Sí, de las más bonitas que hay en España. Lo primero que toreé en mi vida fue un perro (risas). He sido siempre un enamorado de los animales. Tenemos 64.000 metros de terreno, una pista de 6.000 metros de actividades, personal muy calificado, perreras traídas de Alemania, con aire acondicionado, calefacción, música…

AR: ¿Pero tú te ocupas personalmente?

A las 8 de la mañana estoy todos los días ahí. Dando ejemplo, como tú. ¿No vienes la primera aquí?