La parricida de Gerona estaba a punto de ser incapacitada por su propia familia

  • La tía de la niña iba a convertirse en su tutora legal

La parricida de Gerona sufría un transtorno de conducta grave, según La Vanguardia. Esta mujer de 49 años había sido de alta en el psiquiátrico en el que había pasado varios años tan solo dos semanas antes de acabar presuntamente con la vida de su hija. Su sobrina había asumido los cuidados de la niña en su ausencia, e iba a convertirse en su tutora legal cuando se completasen los trámites para incapacitar a su tía.