Unos agricultores detallan la cruda realidad del campo: "He pagado 38.000 euros en luz y somos el último mono"

Las administraciones, cada vez más estrictas, no dan tregua a un gremio que se ahoga
El sector primario es el principal afectado pese a su prescindible necesidad de producción
La subida de la luz y el agua afecta a agricultores y ganaderos
Sevilla'El programa de Ana Rosa' entrevista a Antonio, Francisco y Serafín, tres agricultores afectados por las subida de la luz y las consecuencias que arrastra el sector, unido a la sequía que sufre el país. Las placas solares se convierten en la alternativa a la falta de agua, pero la subida de la energía, sigue siendo el mayor problema para el gremio que ve imposible poder sobrevivir así.
La familia de agricultores invirtió entre 30.000 y 35.000 euros, además de la construcción de una balsa para poder abastecer el campo. La instalación de las placas y la balsa les ha hecho perder hectáreas de cultivo y, como consecuencia, importantes pérdidas económicas al no disponer de dicho terreno para poder cultivar. Antonio, uno de los afectados, explica su situación: "Nos sentimos olvidados, al sector no se le da, desde hace muchos años, la importancia que realmente tiene". "Necesitamos mucha agua para poder abastecer el campo", declara el agricultor. Francisco, otro de los afectados, cuenta qué sintió cuando, tras el aumento de precios, llegó la primera factura: "La campaña de riego se ha cuadriplicado, subió de 9.000 a 38.000 euros, casi me tuve que meter la pastillita debajo de la lengua".
Sin duda, un problema que afecta a un sector primario, que es la principal víctima ante las nuevas medidas: "Los recortes de agua son solo para los agricultores y ganaderos". Los tres familiares han dedicado toda su vida al campo y estas subidas le impiden seguir produciendo: "Somos cinco hermanos y nos hemos dedicado a ello siempre, nuestra pasión es el campo, es nuestra vida". Pese a las conversaciones que han mantenido con las administraciones, continúa sin ver soluciones: "Se sientan, pero después nos ponen muchas trabas...son cada vez más estrictos y con más controles, lo ponen muy complicado".
Algo que tiene claro esta familia de agricultores sevillanos es que quieren seguir trabajando como siempre han hecho: "Lo que queremos es producir, solo queremos tener los recursos y más facilidad para trabajar". Sin embargo, desde la pandemia sienten que son el último eslabón de la cadena: "Somos el sector primario, pero siempre el último mono".

