Electrodomésticos prohibidos y otros trucos para ahorrar en la factura de la luz

  • Los electrodomésticos que generan calor son los que más consumen

  • En el mercado regulado, el precio de la luz cambia cada día y a cada hora

  • No hay una buena opción para todos, cambiará según cada persona, lo que necesite y los hábitos de consumo

La luz sigue batiendo récords, la factura se triplica respecto al año pasado y algunas familias no pueden hacerle frente. En 'El programa del Verano', Laura Cardenal, portavoz de Selectra aporta algunos consejos para reducir la factura en los hogares.

En el mercado regulado, el precio de la luz cambia cada día y a cada hora

En primer lugar, algunos electrodomésticos han duplicado su precio respecto al año anterior, los que más consumen son aquellos que generan calor, el horno, la lavadora y la secadora. Para reducir el gasto, por ejemplo en la lavadora, hay que intentar hacer lavados más fríos, a treinta grados. Ahora con las altas temperaturas la factura aumenta con el uso del aire acondicionado, que a pesar de no usar calor, lo utilizamos en las horas más caras que coinciden con las más calurosas y durante más tiempo.

No hay una buena opción para todos, cambiará según cada persona, lo que necesite y los hábitos de consumo

En segundo lugar, debemos fijarnos si estamos en un mercado libre o uno regulado para saber cuánto estamos pagando. Esto lo sabremos fijándonos si en el contrato pone PVPC, en este caso estaremos hablando de mercado regulado. Aquí, los precios cambian cada día, a cada hora. Sin embargo, si estás en mercado libre, el precio dependerá de la tarifa que tengas y la potencia contratada.

Los electrodomésticos que generan calor son los que más consumen

No hay una buena opción para todos, cambiará según cada persona, lo que necesite y los hábitos de consumo. Para contratar una tarifa debemos ver el precio de los kilovatios/hora y el precio de la potencia. Considerar las distintas ofertas y tener cuidado con las tarifas planas, siendo conscientes de si te van a regular al final del año y ver si tienes un máximo que puedes consumir al mismo precio. Además, tener en cuenta la permanencia, ya que si quieres cambiar de compañía tendrás que abonar una penalización.