La Fiscalía ha recurrido la libertad de Rafael Amargo y vuelve a pedir su ingreso en prisión y así se la ha hecho saber a la juez que lleva el caso. Cree que hay bastantes indicios de que pudo cometer un delito de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, según ha confirmado: "Las dos personas investigadas se venían dedicando de manera permanente y de común acuerdo a la distribución de sustancias estupefacientes, principalmente metanfetaminas, en el distrito centro".
Fiscalía pide que tanto él como el productor entren en prisión provisional comunicada y sin fianza y va más allá y detalla el modus operandi del artista que acabó con su detención: "Se estableció un dispositivo que pudo determinar el domicilio desde el que, supuestamente, se suministraba la sustancia al observar un trasiego continuo de personas que entraban y salían a los pocos minutos del citado inmueble".
El ministerio público le recuerda a la magistrada como actuaba y por qué se le acusa: "Consta además la grabación con una tercera persona con la que parece estará negociando la compra de un kilogramo de metanfetamina, diciendo que es para un productor de teatro". Y recuerda que la cantidad incautada, 60 gramos, es muy importante: "Se considera jurisprudencialmente que existe notoria importancia a partir de los 30 gramos, la cantidad incautada excede notablemente el limite fijado". El bailaor está en libertad con cargos, al igual que su pareja, su productor y un amigo, lo que ha llevado a Fiscalía a llevar a cabo este recurso.
El ministerio Fiscal se basa en las pruebas que incriminarían al bailarín español. La policía habría tenido acceso tras intervenir los teléfonos de los acusados, como conversaciones en las que hnegociaba más de 13.000 euros en drogas por un kilo de metanfetaminas y habría buscado un local para almacenarla, un escondite para guardar la mercancía utilizando la tapadera de una lavandería. Incluso quiso asesorarse de cómo podría blanquear dinero. Y es que nada le hacía pensar que le podrían estar escuchando, ya que en todas las conversaciones hablaba abiertamente de drogas, pruebas que ahora podrían ir en su contra, según pide Fiscalía.